La presidenta del Govern, Francina Armengol, aprovechó la celebración de la feria turística de Fitur para anunciar un importante avance en la desescalada: Los visitantes nacionales ya vacunados, aunque sea sólo con la primera dosis, podrán entrar en Baleares sin necesidad de presentar una PCR negativa. La medida su pone un paso más hacia la ansiada normalidad, que en esta caso se complementa con el libre acceso de turistas procedentes de las autonomías con menor incidencia y países europeos. La industria turística se acerca a la velocidad de crucero, del mismo modo que lo hace el ritmo de vacunación, aunque todavía lejos de las previsiones. Dada la importancia del turismo británico para Ibiza, el sector se mueve en una euforia contenida hasta conocer si finalmente las islas reciben un tratamiento diferencial y el semáforo permite reingresar en el país a los británicos que vengan a las islas sin cuarentena.
Aprender de los errores.
El año pasado, una vez derrotada la primera ola, Baleares abrió sus puertas de par en par, lo que provocó una segunda ola y la reacción del Reino Unido que acabó por finiquitar una temporada de apenas mes y medio. El Govern parece haber aprendido la lección y las condiciones de la apertura para el turismo nacional ofrecen garantías para mantener la pandemia controlada.
Avances en la restauración y el ocio.
La nueva etapa en la desescalada se ha de traducir en la apertura del interior de la hostelería y un retraso en la hora de cierre, así como en la autorización de sendas pruebas piloto planteadas de forma rigurosa por Ocio de Ibiza en un nuevo ejercicio de responsabilidad que merece ser aplaudido. La nueva etapa de la economía de Ibiza y Formentera debe rebajar la cifra de trabajadores en ERTE y en las listas del desempleo; recuperar el tono productivo que siempre ha caracterizado al empresariado local. Todo ello, no obstante, sin perder de vista que es preciso evitar la tentación de actitudes negligentes, ya que el virus sigue estando presente y no hay que darle ninguna oportunidad para que vuelva por mucho que esté avanzando más lento de lo que debiera la vacunación.