En toda crisis se producen siempre oportunidades que no conviene desaprovechar. Las decisiones que ha venido tomando el gobierno de Boris Johnson perpetuando las restricciones al turismo británico han sido negativas para el sector turístico de Ibiza, ya que se trata del principal mercado, especialmente al inicio y al final de la temporada. No conviene, no obstante, dejar de lado que dichas restricciones nos están protegiendo del riesgo de propagación de la variante india y, por lo tanto, de que la transmisión de la misma, habida cuenta de su capacidad de infección, acabe arruinando la temporada dado que el porcentaje de población inmunizada es insuficiente todavía para hacer frente al riesgo. El cierre del mercado británico obliga a Ibiza a mirar hacia otros nichos para compensar en parte la pérdida de viajeros.
El potente mercado alemán.
Alemania es el mercado más importante de Mallorca donde, salvo algunas zonas muy concretas, es predominante. Además, tiene un alta capacidad desestacionalizadora gracias a las conexiones aéreas que unen la isla con las ciudades más importantes de la República Federal. En cambio, el mercado alemán ha presentado en Ibiza una tendencia inversa, ya que ha ido perdiendo peso progresivamente en los últimos años, donde el exceso de demanda permitía al destino centrarse en aquellos mercados con mayor rentabilidad, como el británico. La situación ahora es distinta y se presenta como una oportunidad para recuperar presencia en el mercado alemán dada la capacidad de alojamiento que se mantiene ociosa en estos momentos. Acierta pues el Consell d'Eivissa en reforzar la campaña de promoción en Alemania en las próximas semanas. No debe tratarse, sin embargo, como una acción coyuntural para compensar la caída momentánea del mercado británico, sino estratégica.
Diversificar mercados para minimizar riesgos.
Y es que una de las lecciones de esta pandemia es la necesidad de diversificar los mercados para minimizar riesgos asociados a una excesiva dependencia, máxime cuando nuestro principal mercado emisor ha salido de la Unión Europea y la movilidad depende de decisiones políticas de un gobierno, además, de corte populista como el de Boris Johnson.