En el ecuador de la legislatura, la encuesta de intención de voto realizada por el Institut Balear de Estudios Sociales (IBES) para este periódico revela que el escenario político de las Islas se está moviendo. El análisis de estos datos demoscópicos aporta como primer dato relevante que el Partido Popular –tras el cambio de líder, de Gabriel Company a Marga Prohens, que se formalizará en el congreso del 24 de julio– mantiene la posición de fuerza política más votada en el archipiélago, pero no por eso se garantiza el acceso al Consulat de Mar. En el mejor de los casos, además de sumar los apoyos de Vox y Ciudadanos para la investidura de Prohens, precisaría el voto a favor o la abstención de El PI que, con una horquilla de 2-3 diputados, desempeñaría un papel determinante, aunque sigue sin obtener diputados en Menorca y las Pitïuses.
Desgaste y dificultades
En conjunto, los partidos de izquierda acusan el desgaste tras seis años en el Ejecutivo, acentuado por las dificultades para gestionar la pandemia, pero el PSIB-PSOE, que pierde entre 2 y 3 diputados; Podemos, que retrocede uno; y Més per Mallorca, que conserva los cuatro escaños, mantienen opciones para seguir gobernando, pero también necesitarían a El PI. Ciudadanos, inmerso en una larga crisis, mantiene su representación en el Parlament, que se ve reducida de los 5 actuales diputados a 3-4. Y Vox incrementa su presencia con una horquilla de 4-5 escaños respecto a los tres actuales.
Escenario abierto para el 2023
Cuando aún faltan dos años para concluir la legislatura, estas tendencias se consolidarán o modificarán en función de la valoración ciudadana a la acción del Govern y las iniciativas de la oposición. El Ejecutivo Armengol presenta signos de fatiga, con todos los consellers que suspenden; y el nuevo PP de Prohens aún ha de demostrar sus aciertos e iniciativas. En cualquier caso, el escenario está abierto y la formación del próximo Govern no será cosa de dos.