El nuevo presidente de El PI, Tolo Gili, afirma que «la división del partido no era una cuestión ideológica, sino interna». Son sus primeras declaraciones tras el congreso celebrado en Campanet donde su candidatura obtuvo 300 votos con un apoyo del 56,71 por ciento de los participantes, mientras que la lista alternativa, encabezada por el ibicenco Toni Roldán, alcanzó 229 votos, lo que implica una confianza del 43,29 por ciento de los afiliados. Estos resultados reflejan una fractura interna que debe cerrar la nueva dirección de la formación regionalista en la línea anunciada por Tolo Gili, vinculado al portavoz de El PI en el Parlament, Josep Melià, al afirmar que «lo más importante es que nos unamos todos para trabajar juntos y mirar hacia adelante».
Tres diputados, el techo.
La nueva etapa que ahora arranca implica que habrá un equipo que se encargará únicamente de la dirección interna y reestructuración del partido, que no desempeñará cargos públicos. El primer objetivo que se plantea Tolo Gili consiste en «crecer para romper el techo de tres diputados que históricamente han tenido los partidos regionalistas en el Parlament» y que una encuesta reciente ha rebajado a dos. Para ello, El PI debe demostrar su eficacia y utilidad con propuestas e iniciativas específicas para Baleares sin estar sometido a disciplinas estatales.
La implantación territorial pendiente.
Los resultados en las elecciones autonómicas de mayo de 2023 constituirán el termómetro que marcará el acierto del equipo que lidera Tolo Gili, si logra una mayor presencia de El PI en las instituciones. Una de las grandes asignaturas pendientes para una formación que se denomina Proposta per les Illes Balears es alcanzar mayor representación pública en Ibiza, Formentera y Menorca, reducida en la actualidad a cuatro concejales, de los que únicamente Joan Torres desempeña funciones de gobierno en Sant Antoni.