Los datos relativos a los parados registrados en España durante el pasado mes de abril son espectaculares. Más de ochenta y seis mil personas –el doble que el mismo mes del pasado año– encontraron trabajo en Balears. El dato confirma el brío de la economía en la salida de la crisis provocada por la pandemia. Las Islas se encuentran entre las tres comunidades que más empleo han generado –junto con Andalucía y Madrid– del conjunto del Estado, aunque la tendencia en la reducción en la cifra de desempleados es generalizada. El sector de los servicios vuelve a ser el motor en el creación de empleo, aunque con matices destacados con respecto a ejercicios anteriores.
Contratación indefinida.
Un aspecto novedoso en el descenso de desempleados en España corresponde a la fórmula de contratación, que, al contrario que en años anteriores, ahora se centra en la firma de contratos indefinidos. El salto cualitativo es enorme. El marco laboral modificado ha potenciado una oferta de trabajo estable y ello repercute en la calidad de las condiciones en las que se encuentran los trabajadores. Además, supone un cambio sustancial en sectores tan volátiles como el de los servicios; mucho más afectado por la evolución de la economía a corto plazo. La economía española arranca con fuerza y, lo que también es relevante, con un importante clima de confianza empresarial.
La necesaria precaución.
Las previsiones de la temporada turística de este año son buenas no sólo en Balears. Afectan –a la vista está– al conjunto del país. Sin embargo, este escenario requiere mantener algunas cautelas. La inflación está lejos de poderse considerar controlada, en especial en lo que hace referencia a la evolución de los precios de la energía. Así, la prioridad debería ser consolidar esta coyuntura favorable, controlar la euforia y evitar los tropiezos debido a la precipitación.