El PP vuelve a ser hegemónico en Ibiza. Los cinco de la Isla estarán gobernados por los populares, cuatro de ellos por mayoría absoluta: Vila, Sant Antoni, Santa Eulària y Sant Joan. Y en Sant Josep, el PP es la fuerza más votada y podría pactar con Vox. El resultado en los consistorios ibicencos ha arrastrado a Vicent Marí hasta la mayoría absoluta en el Consell d'Eivissa, que podrá gobernar en solitario sin depender de ninguna otra fuerza. Así, sólo el gobierno municipal de Sant Josep dependerá de un pacto. En el resto de instituciones, el PP podrá aplicar su programa electoral con total libertad, pues el respaldo electoral ha sido máximo, incluso mucho mayor de lo vaticinado en las encuestas y de lo que ellos mismos esperaban.
Victoria en Formentera.
El vuelco electoral también ha llegado a Formentera, donde Sa Unió, la coalición del PP con Compromís per Formentera, ha logrado la mayoría absoluta en el Consell de Formentera, así como el diputado autonómico, en este caso por una exigua diferencia de medio centenar de votos, lo que ha hecho que hasta el final del escrutinio, el color del escaño de la Pitiusa del sur en la Cámara balear cambiase de color continuamente. Sin embargo, Lorenzo Córdoba hace historia y presidirá el Consell con nueve consellers, rompiendo con 15 años de hegemonía de la izquierda.
Nueva etapa política.
En el Parlament, el PP tendrá siete diputados autonómicos, cuatro el PSOE y uno Vox. Unidas Podemos sufre un descalabro notable que deja sin escaño a su candidata ibicenca, Gloria Santiago, en lo que supone todo un revocatorio político a las políticas defendidas por la formación morada en los últimos cuatro años en que ha formado parte del Govern. Se trata de un desastre sin paliativos que condena a Unidas Podemos prácticamente a la irrelevancia política. Se abre paso una nueva etapa política donde todas las instituciones Pitiusas y el Govern balear, previsiblemente, estarán liderados por el mismo partido político. Sin embargo, el Gobierno central seguirá en manos de PSOE y Unidas Podemos hasta final de año, si no hay adelanto electoral, cosa que no hay que descartar.