Desde este viernes ya está en vigor la Ley estatal de Protección de los Derechos y del Bienestar de los Animales, cuya aplicación corresponde ahora a las autonomías. En Balears, como en otras muchas comunidades, se plantean muchas dudas sobre la aplicación de esta ley, que si bien es cierto que intenta blindar a nuestras mascotas de cualquier tipo de maltrato también tiene una compleja ejecución, sobre todo por la falta de medios de la conselleria de Agricultura. La nueva norma estatal introduce cambios respecto al modo de tener y convivir con los animales de compañía, como por ejemplo la obligatoriedad de contratar un seguro de responsabilidad civil para los perros.
Mascotas en el 40% de hogares
La realidad de Balears es que en el cuarenta por ciento de los hogares hay animales de compañía, por lo que es del todo imposible para las autoridades controlar, por lo que el Govern se ha apresurado a advertir que no va «a revisar la vida privada en estos domicilios». No hay que obviar que, hasta la fecha, las policías locales de los distintos pueblos de la Isla y, sobre todo, el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil perseguían los delitos cometidos contra los animales, cuyos casos más graves acababan en los juzgados, con condenas penales.
Control de animales
Lo que todos coinciden en destacar es que la nueva ley estatal prohíbe la tenencia en domicilios de arácnidos, reptiles, anfibios, serpientes y peces venenosos. Se trata de una cuestión de sentido común, que también debería ir asociada a la entrada en la Isla de especies invasoras que después causan un gran problema en el entorno mallorquín, y que constituyen un peligro para la fauna y la flora autóctonas. Así las cosas, la pregunta que se plantea ahora es si era suficiente con la actual normativa autonómica o era necesaria en su totalidad la ley de Bienestar animal.