Este viernes, el Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, entregó a la presidenta del Congreso de los Diputados, la mallorquina Francina Armengol, el informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica en España y que revela 16 puntos de Balears donde se han denunciando a religiosos. Se trata de un exhaustivo análisis nacional que estima en 440.000 las víctimas de pederastia en la Iglesia española, una cifra realmente impactante y que merece una reflexión profunda. En Balears hay que destacar que el Obispado de Ibiza, como el de Mallorca, ha colaborado con la presente investigación. Durante décadas, las víctimas se toparon con una falta de transparencia del clero, que en ocasiones se negaba a investigar denuncias, pero de un tiempo a esta parte se ha derribado ese muro de incomprensión. Ha sido un silencio ignominioso que ha marcado a varias generaciones de víctimas.
Fondos para las víctimas
El informe entregado en el Congreso alerta de la necesidad de que el Gobierno habilite fondos y recursos económicos para hacer frente a las ayudas e indemnizaciones a las víctimas, la mayoría de ellas menores. El alcance de los abusos, en muchos casos, condicionó para siempre a los afectados, que arrastran traumas difíciles de superar. Hay que destacar que el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) decidió no participar en los trabajos del Defensor del Pueblo, aunque prometió facilitar toda la información requerida. El informe fue solicitado por todos los grupos políticos presentes en el Congreso, a excepción de Vox.
Protocolos en los colegios
Algunos de los casos recogidos en Balears ocurrieron en colegios religiosos, si bien en el caso del centro de Ibiza el asunto fue archivado por la justicia. Sin embargo, se han puesto en marcha protocolos de seguridad para prevenir conductas inapropiadas y, en el caso de que ocurran, dar una respuesta inmediata de tolerancia cero. Se conoce como el Sistema del Entorno Seguro y es una forma de velar por los menores vulnerables.