La circulación de la gripe azota Mallorca desde hace varios días. Se trata de una epidemia en toda regla. Según apuntan los expertos, la incidencia, que se une a la de la COVID y a otros virus que afectan al sistema respiratorio, no ha hecho más que empezar y exponenciará su impacto con el final de las vacaciones escolares y el regreso a las aulas. De momento, las Urgencias hospitalarias resisten el primer impacto serio, aunque tanto en Inca como en Manacor ya han tenido que derivar pacientes a Palma.
La transmisión de los virus
Las fiestas navideñas son un escenario perfecto para la transmisión de los virus respiratorios y las clásicas reuniones familiares son un caldo de cultivo idóneo para su proliferación. Una gran parte de la población ha enterrado algunos de los hábitos adquiridos durante la pandemia, aunque el gran fracaso de Balears ha sido la pobre respuesta de la ciudadanía ante las diversas campañas de vacunación que se han llevado a cabo. En este sentido, las Islas presentan los ratios de inmunización más bajos de España.
El fracaso de la vacunación
Este año y por primera vez en el Estado, el calendario de vacunación incluye una inyección contra la gripe destinada al segmento poblacional de 0 a 5 años, pero los datos de inoculación son muy bajos: apenas un 20 %. Son cifras extrapolables a la mayoría del resto de las franjas de edad, aunque hay que tener en cuenta, precisamente, que es en el tramo de 0 a 5 años y de 5 a 14 donde se registra mayor incidencia. Aunque los hospitales no han activado todavía sus planes de contingencia, los profesionales sanitarios tienen claro que se ha disparado la cuenta atrás y que el colapso en las Urgencias es inminente. Eliminar los virus es una tarea imposible, pero sí es necesario concienciar a la población de la necesidad de vacunarse y reducir su impacto. Entre otras cosas, es una cuestión de responsabilidad, especialmente con las personas vulnerables.