Los equipos de emergencias, al cierre de esta edición, continuaban buscando atrapados entre los restos del restaurante cuya terraza se derrumbó en la Platja de Palma. Al menos hay cuatro fallecidos y unos 16 heridos, pero hasta que no se vacíe todo el edificio de cascotes y escombros no se sabrá a ciencia cierta cuál es el balance final de esta tragedia. El Grupo de Homicidios y la Policía Científica están investigando las causas del derrumbe, y los bomberos y el Ajuntament de Palma, por otro lado, también han abierto una investigación para aclarar por qué colapsó el edificio. De momento son muchas las incógnitas que quedan por despejar, hasta aclarar por completo los motivos de esta tragedia. No es la primera vez que un desastre de estas dimensiones sacude Palma. En 2009, un edificio se desplomó en la calle Rodríguez Arias, en la Plaça Serralta, y hubo siete víctimas mortales. Unas obras ilegales estaban detrás de aquella enorme tragedia, que todavía hoy sigue muy presente en aquella barriada.
Enorme dispositivo.
Dentro del desastre, hay que destacar que la respuesta de los equipos de emergencia estuvo a la altura de la circunstancias. Policía Nacional, Policía Local, ambulancias, bomberos y el servicio de emergencias del 112 demostraron su profesionalidad y en cuestión de minutos montaron uno de los más grandes operativos de urgencias que se recuerdan en los últimos años. La rápida reacción fue vital porque había muchas víctimas atrapadas entre los escombros, y darles auxilio con prontitud era clave.
Arrojar luz.
Ahora, hay que dejar que las autoridades y los investigadores policiales comprueben que el restaurante tenía todos los papeles en regla y que no se habían realizado obras ilegales en los últimos años. Es el momento, pues, de arrojar luz sobre una tragedia que ha conmocionado a toda la Isla.