El gobierno municipal de Vila ha decidido que el problema de la vivienda sea su gran prioridad esta legislatura. Para ello el equipo dirigido por Rafa Triguero ha puesto en marcha un plan cuyo objetivo es sacar al mercado del alquiler casi 1.000 pisos, un volumen de inmuebles que solventarían en gran medida los problemas que se viven actualmente y que obligan a trabajadores a marcharse de la isla porque no encuentran ni una simple habitación a un precio más o menos razonable. El alcalde de Vila ha explicado que su gobierno ha trabajado dicho plan de forma «prudente, silenciosa, rigurosa y responsable».
Las cifras
En estos momentos, Vila cuenta con 23.938 viviendas y hay algo más de 1.000 solicitudes en el Ibavi para conseguir un inmueble en la ciudad. Además de las 532 viviendas de Can Escandell, Vila prevé disponer de 60 pisos en Isidor Macabich, si bien la construcción de esta promoción se encuentra paralizada. Se contempla también la construcción de 15 pisos en el solar del Mercat Pagès y 65 pisos en Can Cantó. En total, Vila espera disponer de 997 viviendas públicas a precio tasado durante este mandato, una oferta que beneficiará a aquellas personas inscritas en el Ibavi.
Una normativa necesaria
El decreto de medidas urgentes en materia de vivienda está provocando que los distintos ayuntamientos, y entre ellos Vila, estén aprovechando el nuevo instrumento legal para disponer de más viviendas. Lo más importante es sacar al mercado viviendas a precio tasado, lo que supone frenar la escalada de precios, tanto en alquiler como en venta. El decreto acaba de aprobarse y lleva poco tiempo en vigor, pero al menos es una medida novedosa que busca cambiar la política de vivienda después de muchos años de inacción y muchos fracasos. Además, las instituciones deben seguir luchando contra la oferta ilegal de pisos turísticos, que han sido los responsables de la escalada de precios que se ha registrado en Ibiza durante los últimos años. Habrá que esperar para ver si se consiguen los objetivos, pero el plan es ambicioso.