El portavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados, Iñigo Errejón, anunció este jueves que dejaba la política. Lo hizo cuando una periodista difundió en las redes sociales que el exdirigente de Podemos había protagonizado episodios de violencia machista. En un ambiguo comunicado, Errejón dice que su comportamiento genera «una subjectividad tóxica que en el caso de los hombres el patriarcado multiplica, con compañeros y compañeras de trabajo y de organización con relaciones afectivas».
Al menos 80 infraviviendas.
Después de que la periodista Cristina Fallarás publicara un testimonio anónimo que acusaba a un diputado de «maltratador psicológico», la actriz Elisa Mouliáa acusó de forma rotunda al portavoz de Sumar: «Hola, yo soy víctima de acoso sexual por parte de Iñigo Errejón y quiero denunciarlo». Tras la renuncia de Errejón, Sumar ha anunciado que iniciará una investigación sobre lo ocurrido y ha mostrado todo su apoyo a las víctimas.
Complicidad.
El caso de Errejón es grave por dos motivos: en primer lugar por el hecho en sí, pero evidentemente tiene una mayor trascendencia porque su partido, Sumar, ha hecho bandera de la defensa de la mujer. En este sentido, las informaciones que han aparecido en las últimas horas son muy preocupantes. Algunos periodistas madrileños reconocían que la actitud de Errejón era sabida desde hace años y que nadie se atrevió a decir nada. Por otro lado, son preocupantes las informaciones que señalan a una dirigente de Sumar y que por aquel entonces era su jefa de gabinete de intentar convencer a una de las víctimas de Errejón a no denunciar el acoso. Cuesta creer que si media Madrid lo sabía, como señalan periodistas de la capital, en Sumar no tuviesen ninguna constancia de la actitud violenta de su portavoz. Sin duda, se trata de un duro golpe a la credibilidad de Sumar, un partido que debe llegar hasta el final sobre este asunto. La dimisión de Errejón resulta insuficiente. Hay que saber si la dirección conocía las denuncias de las mujeres acosadas por su portavoz y si alguien actuó como cómplice.