El Ayuntamiento de Sant Antoni celebró este miércoles su junta local de seguridad en la que quedaron patente los retos que tiene por delante el Consistorio portmanyí. Uno de los que más preocupa al equipo de gobierno liderado por Marcos Serra es la venta de óxido nitroso, una droga conocida popularmente como gas de la risa y que, en apariencia, puede resultar menos dura que otras sustancias, pero su consumo es igualmente peligroso. Y es que, tal y como está la ley actualmente, cuando detienen a los vendedores de gas de la risa, a las 24 o 48 horas más tarde vuelven a estar en la calle, lo que puede resultar desesperante para la labor policial. Por ello, exigen un endurecimiento de la ley para evitar que estos traficantes de gas de la risa no se sientan impunes y sigan delinquiendo. A esto se suma, además, la petición de más efectivos de la Guardia Civil más allá de los meses centrales del verano.
En origen.
Otro de los retos a conseguir es intentar transmitir en Reino Unido, principal mercado extranjero de turistas hacia Ibiza y hacia zonas como Sant Antoni, el mensaje de que en la isla no se puede hacer de todo sin que haya consecuencias. En este sentido, Sant Antoni buscará trabajar «en origen» junto al Consulado del Reino Unido en Ibiza para prevenir conductas imprudentes que pongan a los jóvenes turistas británicos en situaciones de riesgo que incluso puedan resultar mortales. Este verano han fallecido al menos seis jóvenes turistas tras precipitarse desde balcones y desde un supermercado de la localidad portmanyina. Tres de estos turistas eran de nacionalidad británica, otra joven turca, un belga y un brasileño. El objetivo, según expresaron, es que los jóvenes turistas que lleguen a Sant Antoni «sean más conscientes de lo que puede hacer y de lo que no», una visión compartida por la Administración del Estado en las Pitiusas.
Esfuerzo y resultado.
El balance del verano en Sant Antoni se salda con casi 400 actuaciones de la Policía Local en relación a la tenencia o consumo de drogas, resistencia a la autoridad, venta ambulante, acampadas ilegales o bien ruidos o publicidad dinámica, entre otras. El Consistorio es consciente de que la seguridad es vital y, por ello, aumentó la plantilla de 59 a 69 agentes con el objetivo de llegar a 80 efectivos. Además han creado la figura de agentes cívicos y han creado plazas de agentes de seguridad privada, que patrullan en colaboración con las fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado.