Aunque parece mentira, el nuevo servicio de vigilancia del litoral del Govern, cuyas primeras embarcaciones llegaron a las Baleares en el mes de julio, todavía no está operativo porque falta un trámite de la Capitanía Marítima, que depende del ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible. Lo cierto es que esta nueva unidad creada por el ejecutivo de Marga Prohens era muy necesaria en verano, cuando miles de yates, barcos y motos acuáticas navegan muy cerca de playas y calas, poniendo en peligro a los bañistas y usuarios. De ahí que no se entienda que un papeleo burocrático esté retrasando la puesta en marcha de este operativo, que fue presentado por las autoridades el pasado 4 de agosto. Las 22 lanchas y embarcaciones contratadas, así como el personal instruido para este cometido, debían velar por la seguridad en las costas, pero no tiene ningún sentido que estén sin estrenar porque falta la autorización final que depende de Madrid. En total, una decena de estas embarcaciones se iban a destina a labores de vigilancia, inspección y control en las aguas costeras de todas las islas. Estas unidades centrarán sus esfuerzos «especialmente en el seguimiento del sector náutico y recreativo, y operarán en función de las necesidades de cada zona para garantizar una cobertura eficiente». Inicialmente, estarán asignadas a diferentes puntos costeros de Mallorca, otros dos en Menorca y, en el caso de Ibiza, estaría ubicada en Sant Antoni. El servicio se completó con doce embarcaciones adicionales destinadas a los puertos de gestión directa de Ports IB.
Descontrol absoluto.
No hay que olvidar que este pasado verano fue especialmente conflictivo en las playas. Afortunadamente, no se registraron atropellos mortales como el acontecido en 2024 en Mallorca, cuando un joven perdió la vida al ser arrollada su pequeña embarcación por el yate de un millonario alemán, pero las quejas de usuarios por las imprudencias de tripulantes o motoristas náuticos se han multiplicado en los últimos tiempos de forma realmente preocupante.
Autoridad.
Los problemas relacionados con los fondeos descontrolados en diferentes puntos de las Islas, así como la presencia de lanchas, motos de agua y otras embarcaciones cerca de zonas de baño en las playas son algunos de los conflictos más habituales que se pueden encontrar en aguas baleares. En el mar, es Capitanía Marítima quien tiene competencia, así como la Guardia Civil también es autoridad. Sin embargo, la falta de control en el mar es más que evidente en las Islas, de ahí la necesidad de un servicio propio de la Comunidad. Madrid no debe ignorar la petición del Govern, pues es vital aumentar la seguridad del mar por el bien de todos.