Todo está casi listo para la constitución del nuevo Consell Insular. Mañana, Pilar Costa tomará posesión de su cargo como presidenta del máximo órgano de decisión política de las Pitïüses tras pasar la resaca de unas elecciones en las que se volcaron muchas esperanzas. El Pacte Progressista tendrá por delante cuatro años para demostrar que la ilusión y las palabras que llevaron a la mayoría de habitantes de las Pitiüses a apostar por su proyecto puede plasmarse en hechos concretos. Ahora será el momento de poner en práctica la idea de que el consenso y la pluralidad de ideas es compatible con un modelo de gobierno estable, una premisa que lideraba a las formaciones que acudieron unidas ante las urnas y que provocaron el escepticismo de sus contrincantes.
La situación política de Balears no sólo ha cambiado en las Pitiüses. Toda la Comunitat Autònoma ha participado de un giro que ha acabado con lo que hasta ahora era un claro feudo del PP. El Consell Insular d'Eivissa i Formentera se beneficiará evidentemente de esta situación. El electorado ha brindado de esta manera una oportunidad de que en las Islas pueda haber unidad de criterio y políticas convergentes.
El Pacte tiene abonado así el campo para no defraudar y para demostrar que más que nunca el diálogo y el respeto constituyen dos de los principios básicos de la democracia. El éxito o fracaso de su gobierno estará precisamente en saber conciliar posturas pero, sobre todo, en que este mismo consenso no quede en utopía y se den las respuestas concretas que han demandado los ciudadanos para apostar fuerte por esta opción política. El Govern ya ha anunciado su intención de prestar especial atención a los problemas de Eivissa y Formentera, ofreciendo la clave que necesitan las Islas para una nueva etapa: la unidad.