La visita del pasado viernes a Formentera del director general de Transports del Govern, Joaquín Rodríguez, despejó muchas de las dudas que asolaban a los empresarios locales desde hace casi veinte meses cuando surgió la sociedad Gestión Naviera CB, fruto de la alianza entre Baleària y Umafisa Pitra, y que ha provocado, según sus constantes denuncias, una situación de monopolio en el transporte de mercancías entre islas. En este encuentro, Rodríguez desveló que los servicios jurídicos del Govern, tras realizar un minucioso estudioso, habían rechazado que Gestión Naviera actuara de manera monopolística echando así por tierra los resultados del informe encargado hace más de un año a SPIM.
Sin entrar a juzgar la actuación de Gestión Naviera, única empresa que trabaja en el trayecto entre Eivissa y Formentera en el transporte de mercancías, sorprende la actitud voluble del Ejecutivo balear. Apenas hace tres meses anunciaba los resultados del informe y la visita de Antich a la isla para explicar con detalle las conclusiones de ese estudio que hablaba de monopolio y ahora se descuelga con otro informe que dice curiosamente lo contrario. ¿ No es sorprendente? ¿A qué se puede deber este cambio tan drástico?. Pues bien, la sorpresa también llega de la otra parte, los empresarios, a los que parece que se les han terminado de golpe las reivindicaciones y han asumido con total normalidad los resultados de este nuevo informe. Vaivenes al margen, de esta sorprendente situación también hay que destacar que por fin empresarios, políticos y navieras se van a sentar a negociar para crear un sistema de control en el transporte. Lo triste es que esta buena noticia se produzca después de que el Govern haya gastado tiempo "más de un año" y dinero para nada, bueno sí, para confundir a la opinión pública.