El Ministerio de Economía no ha previsto inversión alguna, en la planificación energética hasta el año 2011, para el gasoducto que, según se había previsto inicialmente, enlazaría Balears con la Península y paliaría las deficiencias que sufre nuestra Comunitat. Hasta ahora se habían barajado también las opciones de transportar el gas natural mediante barcos a una planta de regasificación y, finalmente, tal la vez la opción que tiene mayores dificultades de orden técnico, la instalación de un cable submarino.
En cualquier caso, es evidente que es preciso poner orden en la planificación energética de nuestra Comunitat, optando por la solución más práctica, económica y más limpia, si ello es posible, dadas las especiales características de las Islas. Y son esos criterios precisamente los que deberían primar tanto en Madrid como aquí a la hora de elaborar un plan de futuro y de prever qué sistema es el idóneo para la generación de energía.
Pero desgraciadamente lo que está aconteciendo es más de lo mismo, el clásico enfrentamiento político entre Gobierno central y Govern balear, que, en el caso que nos ocupa, lo único que consigue es un aplazamiento «sine die» de una solución a nuestros problemas energéticos.
A los ciudadanos, lo que realmente les preocupa es tener la energía eléctrica precisa, al precio más asequible y que ésta se produzca con el mayor respeto posible al medio ambiente.
Que en Madrid sigan a estas alturas dejando transcurrir los meses mareando la perdiz y sin apostar por una solución de forma definitiva es lo peor que puede pasarnos. Comienza a ser preciso que se adopte ya mismo una decisión clara y se invierta para mejorar nuestras infraestructuras de cara al futuro.