El presidente del Cercle d'Economia y portavoz de la plataforma cívica que defiende la mejora de la financiación autonómica de Balears, Alexandre Forcades, se mostró ayer contundente en la reclamación de fijar un mínimo de 500 millones de euros como la aportación que el Estado debe añadir a la Comunitat Autònoma para que ésta deje de estar agraviada económicamente respecto al resto. La cifra, en principio, queda muy alejada de las que se barajan como integrantes de la oferta realizada por la vicepresidenta y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, al president del Govern, Francesc Antich esta misma semana.
Aunque sin aportar ningún dato concreto, el anuncio referido a Balears realizado por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en Roma en el sentido de que el acuerdo final sobre el sistema de financiación autonómica «será satisfactorio» también para las Islas, como al parecer también lo es para Catalunya, deja entrever que todavía hay un margen suficiente para que el nuevo modelo pueda ser planteado en términos aceptables para el Govern. En cualquier caso no deja de resultar sorprendente la escenificación que está teniendo todo este proceso, el cual está generando no pocas tensiones, ya que algunas comunidades, como es el caso de Galicia, han dejado clara su oposición al trato de privilegio que se está dando a Catalunya en detrimento del resto.
La próxima será una semana decisiva para intentar cerrar el sistema de financiación autonómica, el momento es una oportunidad que tiene que aprovechar el Govern para hacer valer todos los argumentos que sustentan una reclamación tan histórica como justa: que Balears reciba lo que le corresponde.