Se reúne el Consell de Alcaldes en Can Botino y anuncian a bombo y platillo que todas las discotecas de nuestra isla deberán cerrar a la 06.30 horas y los cafés concierto a las 5 de la madrugada. A partir de ahora mismo los ayuntamientos deberán empezar a redactar, se supone, nuevas ordenanzas para unificar los horarios de cierre, y también habrán de revisar las sanciones por incumplimiento de horarios para que sean acordes con la infracción cometida, manifestó Vicent Torres, presidente del Consell insular. Y se quedan tan tranquilos y deben creer que así solucionan el problema del desmadre habido con los closing parties 2015.
La verdad sea dicha, me parece correcto que se unifiquen los horarios de cierre de los establecimientos nocturnos y diurnos de ocio, pero no entiendo la razón de que no se haya entrado a saco con el problema de la contaminación acústica (los altos volúmenes musicales que no dejan vivir a miles de residentes y visitantes). Mientras haya desmadre musical producido en discotecas, cafés concierto, pubs, party boats y beach clubs no se solucionará uno de los graves problemas que se producen durante la temporada estival en la isla, ni se combatirá el consumo de sustancias estupefacientes, que va estrechamente ligado con los altos volúmenes musicales.
O sea, que no entiendo las razones que impiden al Consell de Alcaldes unificar las ordenanzas municipales, además de los horarios de cierre, en el sentido de acabar con la contaminación acústica, lo cual se consigue colocando limitadores de sonido que no puedan ser manipulados por los propietarios de los establecimientos de ocio. Y de paso, por pedir no quedaré, también se deberían controlar los aforos de los locales de ocio, y más teniendo en cuenta que en el mercado ya se pueden adquirir unos sistemas electrónicos para saber en todo momentos cuántas personas hay en un establecimiento.
Así no podrían decir los ayuntamientos que no tienen suficiente personal para calcular los aforos. Ni falta que les haría.
Ecotasa
Repito que estoy a favor de que se cobre una ecotasa a nuestros visitantes, y no veo claro que también se aplique a los residente en Balears y que viajen a otras islas, pero insisto en que la recaudación debería ingresarse directamente en las arcas de los ayuntamientos, como se hace en toda Europa. Pues no señor. Aquí resulta que el Govern balear ha confirmado que la recaudación de la nueva ecotasa no se repartirá por islas, sino que se destinará a proyectos concretos (ni Dios sabe cuáles), independientemente de lo que recaude cada isla del nuevo impuesto. Por otra parte, el vicepresidente del Govern balear Biel Barceló, ha manifestado que se abre un debate público sobre a qué se destinará lo recaudado. Sinceramente, parece que estamos ante otro ‘cuento de la lechera'.
Aquí y ahora, lo que se vaya a recaudar, lo más lógico y pragmático es que se invierta en limpiar y adecentar cada municipio, que buena falta les hace. Con el dinero recaudado, los concejales encargados de mantener en buenas condiciones su territorio tendrán mejor ocasión de adecentar el entorno. Espero, señor presidente del Consell insular de Eivissa, que sepa estar usted a la altura de las circunstancias y romper, si hace falta, la disciplina de partido. Diga no al ‘diktat' de Mallorca.