Muchos residentes en el municipio de Sant Antoni están preocupados con la oleada de robos que se producen, de manera especial en Sant Rafel, Sant Mateu y Corona, y apuntan que no hay suficientes efectivos de la Guardia Civil, tema en el que también coincide el Govern balear. Lo más curioso es que tengan que ser dos jóvenes: Eva Boned y Dani Ripoll, que hayan organizado una recogida de firmas para reclamar un aumento de la plantilla de la Benemérita. Y digo curioso porque deberían ser los políticos municipales los encargados de reclamar y plantear al Consell insular, al Govern y la Delegación del Gobierno en Baleares un aumento de guardias para poder vigilar el extenso erritorio sometido a un explolio constante. En fin, a esperar que la recogida de firmas sirva para denunciar un problema que se produce siempre en toda la isla y no solamente en Sant Antoni.
Otra cosa curiosa es la batalla política a que está sometido el emisario submarino que viere sus aguas pestilentas en Talamanca. Por una part no hay partida en los presupuestos generales de la CAIB, pero dicen voces autorizadas del Govern que si habrá dinero para construir uno nuevo. Y contestan desde el PP que no será así porque no hay partida económica. La cosa está que arde, los vecinos y empresarios de la zona están muy vigilantes y nadie parece saber si habrá nuevo emisario en la próxima temporada turística. Bien mirado, opino que no hay qeu esperar a que se construya la nueva depuradora de sa Coma para poder iniciar las obras del nuevo y necesario emisario.
Y mientras aún no se sabe si las aguas de Cala Talamanca estarán limpias y aptas para el baño en 2016, resulta que la Demarcación de costas de Baleares está sustituyendo las viejas pasarelas de madera en las playas de Cala Talamanca. Es una obra importante para dar seguridad a las personas, que tiene un presupuesto de 600.000 euros y consisten en cambiar un kilómetro de pasarela. No sé si me entienden, pero mi preocupación es que las aguas no sean aptas parra el baño y que se tenga que izar bandera roja, mientras que en la playa tengan una nueva y hermosa pasarela.
Y hablando un poco más de los dineros que tiene presupuestados el Govern balear, nos hemos enterado de que hasta unos ocho millones de euros se destinan al nuevo Palacio de Congresos de Palma, mientras que para el de Eivissa, ubicado en Santa Eulària, no hay ni un real. La verdad es que no hay derecho a que no hagan la segunda fase para que nuestra isla también pueda combatir la estacionalidad.
Así las cosas, me ratifico en que ecotasa sí, pero que la recaudación que se haga en nuestra isla vaya a los presupuestos del Consell insular y de los diferentes ayuntamientos, para que así se pueda combatir la suciedad imperante y eliminar los vertederos clandestinos esparidos por todas partes. Posiblemente, el Consell de Alcaldes debería ir pensando en crear un servicio insular de vigilancia para detectar y denunciar los desperdicios. A ver si se deciden a limpiar toda la isla de Eivissa.