Vamos a vivir la mayor parte de este año dentro del Año Jubilar Extraordinario de la Misericordia. Y esto es algo ya bueno, positivo, que aporta muchos elementos para que sea un año bueno y feliz. En este domingo, viviendo como estamos en estos días la alegría de la Navidad, tenemos también ya cerca la entrada del año nuevo, el año 2016. Y con ese sentimiento deseo haceros llegar a todos, hermanos y amigos de Ibiza y Formentera, mis mejores deseos para este año que dentro de pocos días vamos a comenzar. Como en el artículo del pasado domingo os deseaba paz y felicidad, renovaros a todos mi deseo de felicidad y alegría en ese año –que es lo mismo que nos desea a cada uno Dios– y al transmitiros ese deseo, quisiera invitaros a que pongáis cada uno su aportación y su colaboración para que sea así para todos en nuestras Islas y, en cuanto posible, que desde aquí lo extendamos al resto de la humanidad. A cada uno de los que leéis este artículo, a vuestras familias, a vuestros amigos, a la gente que os rodea en vuestros pueblos, a todos los de Ibiza y Formentera, mis deseos de un Año nuevo lleno de bendiciones de Dios y de paz.
Al desearos felicidad para todos sin excepción en este año nuevo, me permito indicaros un camino de felicidad: vivir disfrutando la misericordia de Dios y en consecuencia ser nosotros también misericordiosos. Ser misericordiosos tiene una expresión clara y concreta en las obras de misericordia corporales y espirituales. Seamos, pues, felices visitando a los enfermos, dando de comer al hambriento, de beber al sediento, posada al peregrino, vistiendo al desnudo, visitar a los encarcelados y gente que vive en la soledad, respeto por los difuntos; seamos felices enseñando al que no sabe aprendiendo nosotros para poderlo hacer, dar buen consejo al que lo necesita teniendo una buena formación, corregir al que se equivoca, perdonando si alguien nos ofende, consolar a quien esté triste dándole motivos de alegría verdadera, sufrir con paciencia los defectos de los otros, orar por todos: por los vivos y los difuntos.