A veces los detalles son la clave para entender la forma de actuar de algunas personas. Como cada miércoles ayer por la tarde se reunieron en el plató de la Televisió d'Eivissa i Formentera diferentes tertulianos para participar en el debate de esta casa, el BNP. Debate que en esta temporada tiene un formato un poco diferente. Una primera parte en la que los invitados exponen sus opiniones sobre temas de actualidad muy concretos, y una segunda parte en la que se entrevista a algún protagonista o persona relacionada con algunos de estos temas de interés. En el plató nuestro entrevistado responde a las preguntas del moderador y presentador del BNP, Vicent Tur, y de dos periodistas más que le acompañan, muchas veces compañeros de esta casa, o de cualquier otro medio de comunicación de la isla.
Pues bien, ayer el entrevistado, tal y como estaba anunciado, iba a ser el conseller de Medi Ambient de Ibiza, Miguel Vericad. Es cierto que el tema de las cabras de Es Vedrà y toda la polémica que ha suscitado la forma en la que el Govern ha decidido acabar con ellas, ha pillado desprevenidos a todos los responsables. No creo que se pararan a pensar ni por un minuto las consecuencias y las reacciones que iba a provocar todo este asunto. Y entiendo que le resulte incómodo tener que contestar a algunas preguntas de los periodistas. Por eso hubiese comprendido, hasta cierto, punto que el conseller declinara nuestra invitación al BNP. Lo que no puedo entender, y aquí viene lo grave, es que pusiera condiciones para venir al programa. Las condiciones eran que la única persona que podía entrevistarle fuese Vicent Tur, el conductor del programa. Vericad no quería ningún periodista más en el plató. Al menos así nos lo comunicaron desde su gabinete de prensa. A veces el único problema de un político que parece que ha tomado una decisión torpe es estar mal asesorado. Puede ser que le haya pasado esto al señor Vericad, porque me consta que nunca tuvo ningún problema en venir a la TEF a hacer declaraciones y siempre nos ha cogido el teléfono. Desconozco si la decisión de poner condiciones a una televisión privada para acudir a una entrevista fue suya o de sus asesores, pero sinceramente fue una muy mala decisión.
¿Pero cómo se nos ocurre? Que un político con atribuciones en su cartera que están de plena actualidad acuda a un programa a contestar las preguntas de tres periodistas. Porque Miguel Vericad es conseller de Medio Ambiente, Vivienda y Medio Rural y Marino. Casi nada. Con la que está cayendo con el tema del agua, (que como no llueva vamos a pasar más sed que en la vida), con el tema de la vivienda, (para qué más), con la polémica de la ecotasa, (que parece que ahora ni sus propios socios de Gobierno saben si votar sí o no) y con las dichosas cabras (en paz descansen).
En los años que llevo como directora de esta casa, nunca nadie, de ningún partido político ni de ningún ámbito social nos ha puesto ninguna condición de este tipo para acudir a un programa. El formato es este, si les gusta aceptan y si no, pues no vienen y no pasa absolutamente nada. Pero intentar modificar el formato de un programa porque no te va bien tal cual está planteado es, cuanto menos, sectario. Los periodistas que se sientan cada semana en nuestro plató son personas educadas, formadas y que formulan preguntas con el más absoluto respeto. Lo que no pueden pretender los políticos, de ningún partido, pero menos éstos que han convertido la transparencia en una seña de identidad, es cambiar todo aquello que no esté a su gusto y obviar a todas aquellas personas que no piensen como ellos.