Aún estamos bajo la conmoción del asesinato de la última víctima de violencia machista en Balears, Xue Sandra Saura, de una forma cruel e inhumana, pero no parece que difundir una imagen de Balears como si esto fuera la India, donde si una mujer viaja sola en un autobús, puede acabar violada por una multitud, sea lo más correcto. Este jueves la consellera de Igualdad de Eivissa, Lydia Jurado (Podem-Guanyem), acompañada del diputado de Podemos en el Congreso, Juan Pedro Yllanes, y el diputado autonómico Carlos Saura de comparsa, entregaron en el Parlament una petición para que el delegado del Gobierno en funciones, Evelio Antich, comparezca y dé explicaciones por un supuesto caso de desatención a una mujer víctima de una agresión sexual en Eivissa. Dan por hecho que un agente de la Guardia Civil dijo a una mujer que acudió a denunciar: "A las 4 no violan a nadie", afirmando que "no queremos volver a oír una frase así". ¿Acaso lo han oído? ¿Han sido testigos de eso? No lo parece y sin embargo lo creen a pies juntillas. Y no solo eso, sino que lo califican de atención negligente y por eso piden la comparecencia de Antich. Ahora sabemos que el hecho denunciado se investigó e incluso se detuvo al supuesto autor, que fue enviado a prisión preventiva.
En todo este espinoso asunto hay un aura de postureo al que tan acostumbrados nos tienen los representantes de Podem, que hablan con esa superioridad moral sacada de no se sabe bien dónde, por la cual ellos son los únicos que luchan auténticamente contra el machismo asesino, a favor de la igualdad y el resto de la sociedad transige con la violencia de género. Dice Lydia Jurado que cada noche es San Fermín en Ibiza, magnífico titular sensacionalista que nos obliga a preguntarnos ¿qué ha hecho ella desde su responsabilidad en contra de eso en los 13 meses que lleva en el cargo? Bájese del pedestal.