El alcalde Rafa Ruiz sabe perfectamente que la ciudad sigue igual de sucia que siempre, aunque decir sucia es quedarse cortos. Eivissa parece un muladar meftítico y repugnante. Nada ha cambiado que haya una nueva empresa, Valoriza, al frente del servicio de limpieza y recogida de basuras. Recuerdo una rueda de prensa a principios de junio donde el alcalde Ruiz y la concejala de Medio Ambiente, Montserrat García, posaron sonrientes con los nuevos vehículos y maquinaria que la concesionaria había adquirido para cumplir con su labor. García, en un alarde de optimismo, se aventuró a asegurar que en pocos días los ciudadanos podrían percibir el cambio de empresa y aunque aún se tardaría un poco en instalar los 1.800 contenedores de basuras nuevos y en implementar completamente los términos del nuevo contrato de limpieza, la mecanización de muchos de los trabajos permitiría ver una ciudad más limpia. No ha sido así porque es tanta la cochambre y tantos los guarros que campan por Vila que no se consigue que una pocilga parezca un quirófano si no se da cacería a los salvajes que todo lo enmierdan por el mero gusto de hacerlo. Lo peor de todo es que conociendo perfectamente la realidad, el alcalde se moleste porque el PP se lo recuerde. No se trata de tomar lecciones, sino de que la oposición hace su trabajo y que la realidad es la que es. Da igual que lo diga Virginia Marí o quien sea. Hay lugares donde uno se queda pegado a la acera de la roña que hay. Pero debemos tener esperanzas porque el otro día vi una máquina barredora pasar por mi calle, algo absolutamente inédito. Y si se sancionase a la legión de cochinos que disfrutan con la porquería que esparcen y de la mierda de sus perros en las aceras, entonces ya podremos pensar en levantar un monumento al alcalde.
OPINIÓN | Joan Miquel Perpinyà
Vila parece un muladar
Joan Miquel Perpinyà | Eivissa |