Siguiendo con la reflexiones sobre Santa Teresa de Calcuta, canonizada el pasado día 4 de este mes, quiero compartir con vosotros, estimados amigos lectores de mis sencillas aportaciones semanales a este Periódico de Ibiza y Formentera, algunos datos sobre este interesante personaje cuyo testimonio de vida nos puede ser de mucha ayuda para ser misericordiosos como Dios, nuestro Padre, lo es con todos sin excluir a nadie. En esta ocasión vamos a ver un poco la biografía de quién en el mundo civil tenía el nombre de Agnes Gonxa Bojaxhiu.
Nació en Sopje, actual Macedonia, en el seno de una familia católica albanesa y la profunda religiosidad de su madre despertó en ella su vocación misionera, de modo que siendo aún niña colaboraba con la Congregación Mariana de las Hijas de María, iniciando así su asistencia a los necesitados. A los 18 años salió para siempre de su ciudad natal y en Dublín profeso en la Congregación de Nuestra Señora de Loreto, estudiando magisterio y eligiendo el nombre de Teresa.
Apenas hechos los votos perpetuos fue destinada a Calcuta. Durante casi 20 años ejerció como maestra. La profunda impresión que le causaba la miseria que observaba en las calles de la ciudad la llevó a pedir la dispensa de los votos y entregarse por completo a la causa de los menesterosos. Su intención está en su frase que describe su acción: «Quiero llevar el amor de Dios a los pobres más pobres; quiero demostrarles que Dios ama al mundo y que los ama a ellos». En 1948 obtiene la autorización de Roma para dedicarse al apostolado en favor de los,pobres, estudia enfermería y abre el primer centro de acogida de niños. En 1950 adopta la nacionalidad India, funda la Congregación de las Misioneras de la Caridad, reconocida después en 1965 por el,Papá Pablo VI, hoy beatificado.
En esta Congregación a los votos tradicionales se añade el de dedicarse totalmente a los necesitados. Van abriendo centros en diversas ciudades del mundo - yo en is años de servicio en Mozambique, país que entonces estaba en guerra civil, vi allí abrir uno- sin importarle a qué religión pertenecían los asistidos, afirmando: «Para nosotras no tiene la menor importancia la fe que profesan las personas asistidas. Nuestro criterio de ayuda no son las creencias, sino la necesidad. En el mundo hay una pobreza peor que la material: el desprecio que los marginados reciben de la sociedad, que es lo más insoportable de los pobres.
El enorme prestigio moral en su labor en favor de los pobres más pobres hizo que la Santa Sede la designase como su representante ante la Conferencia Mundial de la ONU celebrada en México en 1975 con ocasión del Año Internacional de la Mujer. Y cuatro años más tarde recibió el Premio Nobel de La Paz. En 1983, en el Primer Encuentro Internacional de Defensa dela Vida, defendió con vehemencia la doctrina de la Iglesia, conceptos! Anti Abortiva y contraria al divorcio.
En los últimos años de su vida en la tierra no le faltaron las enfermedades físicas.En 1989 fue intervenida quirúrgicamente para implantarle un marcapasos y en 1993, tras otras intervenciones, contrajo la malaria en Nueva Delhi. Tras superar varias crisis de salud cedió su puesto de Superiora General de su Congregación a Sor Nirmala. Pocos días después de celebrar sus 87 años ingresó en la UCI del asilo de Woodlands, en Calcuta, donde falleció el 5 de septiembre.
Seis años después de su muerte, en octubre de 2003, en coinciden con la celebración del XXV aniversario del Pontificado de Juan Pablo II, fue beatificada en una Misa a la que acudieron fieles de todas las partes del mundo, entre los cuales tuve la suerte de estar yo, que era entonces residente en Roma sirviendo en el Vaticano. A finales de 2015 el Vaticano aprobó un milagro en un brasileño, curado de inmediato en 2008 y en modo científicamente inexplicable cuando esa persona estaba agonizando en la mesa de operaciones, mientras su esposa imploraba la intercesión de la Madre Teresa. La canonización, como sabéis, fue llevada a término el pasado día 4 por el Papa Francisco con una presencia de más de 100.000 fieles.
Que el conocimiento de su vida, de sus obras y sus palabras nos ayude a las personas que estamos, vivimos y trabajamos en Ibiza y Formentera a ser, como ella, misericordiosos con todos como Dios lo es.