Dudo que los ibicencos sean conscientes de lo que está a punto de ocurrir. Muchos desavisados aún reservan habitación en Ibiza, como si esta fuera una temporada normal y corriente, de las de toda la vida.
El gran desafío de la temporada 2017 va a barrer Ibiza, se la va a llevar por delante y es muy posible que las secuelas duren varios años o quizás lustros. Cuando hace unos meses detecté que los aumentos de turistas podían ser del orden del 30 %, reconozco que quedé temblando. Porque los creí, son datos confiables y con credibilidad manifiesta. Datos que ya conocían los cinco alcaldes y los presidentes de los Consells pitiusos.
La pregunta concreta es ¿por qué no se suprimieron los fastuosos gastos en viajes y promociones en ferias turísticas y se dedicaron los fondos a otras cosas necesarias?
Y ya, aquí me paro, porque yo también tengo corazoncito, amigos y no hay porque tumbar a nadie. Así que ya no voy a dar nombres, que cada cual ponga los que quiera. Seguro que no se equivocará.
También es cierto que me debo a mi profesión y a mis lectores, de manera que voy a terminar por resumir las dos leyes o principios que parecen reguir la vida política y social de las Pitiusas.
Ley de Murphy: «Si algo puede salir mal, lo más probable es que salga mal». O la tostada siempre cae por el lado de la mantequilla.
El principio de Peter: «En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse». Laurence J. Peter. Mucha gente lee ambos principios en registro de humor. No tiene ninguna gracia o a mi no me la hace. Que Dios reparta suerte.