Ya sabemos que el extremeño Valverde entrenará al Barça y que el Real Madrid está a punto de hacerse con la duodécima Copa de Europa (o no). Mientras la Unión Europea se recompone, en Cataluña andan inmersos en una contingencia de final espectacular, sea cual sea este. Ahora mismo, leo que los partidos independentistas, escogieron el uno de octubre, por ser Día del Caudillo, como fecha señalada para su referéndum imposible. Será la última victoria de Franco sobre el contubernio marxista separatista. Queremos votar, dicen quienes en tres años han ido a votar cinco veces. Una vez más, se demuestra que hay gente que funciona más por obsesión que por convicción.
En cualquier caso a los pitiusos nos interesa, porque desde hace años están emborronando cuartillas para incluirnos en unos inexistentes países catalanes, otra de sus obsesiones, para lo cual invierten ingentes cantidades de dinero, mucho del cual sale de nuestros bolsillos, ya que la maniobra está potenciada por el presupuesto del Govern Balear. Y por esto han sumergido a los indefensos niños en un barcelonés extraño a los isleños.
En paralelo en Ibiza nos encontramos a la espera de la mejor temporada histórica del turismo local (también nacional), todo lo cual demuestra que en las guerras hay muchas víctimas colaterales. Y que se sabe cuándo empiezan pero nunca cómo ni cuándo terminan. Las bombas de Siria han destrozado Ibiza.
Tras el Brexit Ibiza recibe una buena noticia: los británicos han cerrado su chequera para la compra de inmuebles en las islas. No es solo que tienen menos dinero, es que Ibiza no ofrece lo de siempre y los precios se han disparado a cotas inalcanzables. Un descenso del 50% impresiona. Mucho.
@MarianoPlanells