Vengo observando desde hace tiempo, que cada vez que un grupo de ciudadanos aglutinados en algún colectivo o plataforma, intenta protestar por alguna cuestión o poner el foco en lo que ellos consideren que sea una injusticia, supone el pistoletazo de salida para que una horda de opinadores/odiadores/expertos/gurús/etc…se les tiren a degüello e intenten descalificar o ridiculizar las mismas y sus posibles motivaciones. Las tácticas para conseguir sus propósitos suelen ser siempre las mismas, la primera, es la que suele darse en los foros de los medios digitales en los que los diferentes colectivos suelen publicitar sus intenciones y lanzar sus convocatorias, en ellos se mueven, como pez en el agua gracias a la cobardía del anonimato los denominados “haters (jeiters)”, que pueden ser muchos…o uno sólo que se abra muchas cuentas (y si todo lo que estoy hablando os suena a chino, es que aún sois más viejuno-analógicos que yo, por lo que sólo tengo una cosa que deciros…ENHORABUENA PORQUE NO OS PERDEIS NADA!!!), pero sigamos con el tema, que si no me disperso más que la inteligencia de Paquirrín. Como os decía, la actividad de los “jeiters” consiste básicamente en insultar, ofender e intentar desprestigiar y sembrar discordias, entre las personas que se significan con las causas y colectivos que sean. Vamos, lo que de toda la vida se ha llamado tirar mierda por tirar!!!
La segunda fase de ese estudiado “acoso y derribo” del derecho a queja y crítica de los ciudadanos, es una versión “suavizada” lo justo, de la anterior, en la que personas ya con cara (algunos mucha y muy dura) y ojos, saltan a la palestra pública de las tertulias de radio, columnas de opinión y similares, para desde ellas lanzar sus pontificados, en los que se mezclan a partes iguales la burla, las “indicaciones interesadas” de cómo , dónde y a quien hacerle las protestas, y el mezclar temas para confundir a la opinión pública (por ejemplo, si usted se queja de alguno de los males de la saturación estival, enseguida la gran mayoría de estos “perros a sueldo”, le tildarán de populista, de enemigo del turista y dirán de usted que es un retrogrado que quiere devolver a la isla a aquellos años en los que el hambre y la miseria propiciaban el éxodo masivo de nuestros paisanos), otra de las tácticas favoritas de estos sujetos, es el de hacer creer al personal, que todas estas plataformas, colectivos y demás, están fomentadas o auspiciadas por partidos políticos, que normalmente suelen ser de izquierdas (o de “extrema izquierda radical golpista judeo-masónica”, según estos amigos del “liberalismo”) que seducen y movilizan cual íncubo o súcubo al incauto ciudadano, para, bajo la forma de algo inocente y apolítico, llevar a cabo terribles acciones subversivas cuyo fin último es el de constituir una dictadura comunista (con sus purgas, sus listas, su gulag, sus kommites, etc…) que deje a la altura del betún a la venezolana.
Estas últimas semanas hemos tenido buenos ejemplos de todo lo anteriormente citado, con la aparición de una plataforma llamada PROU!! Y las diferentes acciones y denuncias que han ejecutado, siendo la última, consistente en reivindicar a golpe de truita pagesa y buen humor, que el espacio de las playas es de todos, la que ha tenido más éxito y resonancia publica… y la que ha generado contra ellos ataques de todo tipo, entre los que destaca sobremanera el de llamarles PROU…DEMOS, para que así la opinión pública piense que es un grupo adscrito al partido de Pablito y su circulito (por cierto, me parto el culo al ver esta connotación peyorativa que se le ha dado a Podemos, entonces que connotaciones deberíamos asignar a los seguidores del PP, un partido cuyo presidente, que también lo es del país, es un sujeto semi-humanoide, incapacitado hasta para una correcta dicción, que o bien debería estar en la cárcel por estar-presuntamente- al frente de una trama delictiva de dineros negros, prevaricaciones y demás lindezas, o bien debería estar dimitido por estar al frente de todo eso…y no darse cuenta de nada!!!, o con él PSOE y su reestrenado presidente, un estulto de manual y sinvergüenza a tiempo completo que en un año ha cambiado de ideales y pareceres más que yo de camisetas, o de los seguidores de CIUDADANOS, un partido en cuyo líder es difícil discernir donde empieza su boca y donde acaba el prepucio del PPresidente) y negando la posibilidad de que ciudadanos anónimos tengan interés por lo que pasa a su alrededor y sean proactivos a la hora de denunciar y proponer soluciones. Yo he tenido la ocasión de conocer a muchos de ellos y ser testigo de la “performance tortillera” (y no me seáis mentes sucias) y puedo aseguraros que en el conviven gentes sencillas, mujeres y hombres de todo tipo de edades, condición social, pensamientos, formación, ideas políticas, etc… cuyo nexo de unión es un amor sincero e incondicional por nuestras islas, y un hartazgo de ver que estamos “muriendo de éxito” y reventando nuestros (escasos) recursos en honor del dios-dinero, y ha sido tal mi indignación al ver la de palos que les han llovido desde diferentes sitios, que ha sido la llama que ha prendido en forma de este artículo que (espero y deseo) ahora estáis leyendo. Cansa ver como desde los omnipresentes y sempiternos poderes fácticos (todas estas palabrejas las he puesto seguidas exprofeso para chinchar a mi amiga Chús) se intenta siempre el desvirtuar y desincentivar el “derecho a pataleta” que como sufridos ciudadanos tenemos. Cansa ver como en este país sigue sin entenderse que la crítica (y no digamos la auto-crítica) es algo higiénico y necesario, que la asunción de errores es un camino de mejora y no algo de lo que avergonzarse y ver en cambio como todo el esfuerzo está dirigido al “aborregamiento” del pueblo llano, que por cierto, y ya que hablamos de auto-crítica, la mayoría de las veces cuenta con nuestro apoyo entusiasta (no hay más que ver las audiencias del futbol, sálvames y similares).
Yo lo tengo claro, como me la suda que me insulten, me desprestigien, me tilden de populista y demás chorradas, cuando vea algo que no me gusta, mientras sigan existiendo cosas como los intentos de privatizar espacios públicos como las playas (o todo un puerto de Ibiza), de “redecorar” la costa, de no poder ver el agua de illetes porque esta oculta por más de mil barcos, de ver la saturación de coches en los accesos a la mayoría de nuestras calas, del incivismo de la gente, del egoísmo rampante, del maltrato por tierra, mar y aire de nuestros ecosistemas, de…de tantas cosas, por desgracia, que voy a patalear (y tentado de patear) cada vez con más fuerza y voy a invitaros a que os unáis a mí en un gran pataleo colectivo, con suerte provocaremos un gran temblor de tierra que propicie que las múltiples ratas humanas que hacen uso y abuso de lo nuestro, abandonen este barco llamado Pitiusas…y eso no significa que odie a los turistas, yo le estoy muy agradecido y quiero que sigan viniendo, pues gracias a ellos aquí vivimos (o vivíamos) muy bien, lo único que pido (pedimos muchos) es algo fácilmente entendible (menos para “jeiters” y “opinadores liberales”…RESPETO.
P.D. os invito a que compartáis conmigo vuestros pataleos en jesusrumbo@teftv.com