Está claro que la situación en el Principado de Cataluña, en la Ciudad Condal, es grave y que el cabestrismo del president Puigdemont y sus adláteres está poniendo al país entero al borde del abismo, con consecuencias económicas para todos que yo creo no se han valorado suficientemente. Gracias a quien debería velar por los intereses de sus gobernados, y no lo hace, se dedica a otras cosas, muchos catalanes podrían verse en el paro obrero y también muchos no catalanes que tienen también derecho a decidir sobre aquella tierra que es tan suya como de ellos. Nos estamos jugando los cuartos, o la pela, haciendo estas mamarrachadas en vez de ir a construir un país moderno que ande con paso firme hacia un futuro próspero. Pero hete aquí que nos sale el fiscal general del Estado, don José Manuel Maza, y dice que aunque tiene conocimiento de un posible delito de malversación del president Puigdemont, pues que todavía no sabe si lo va a llamar a declarar o lo va a detener, que es algo que está pensando. Y digo yo, sí un ciudadano no ayuda a alguien que se cae, pongamos, de una moto está cometiendo un delito. Y digo yo, si un ciudadano sabe que se ha cometido un delito, tiene la obligación de denunciarlo porque sino él comete otro delito. Entonces, Maza, usted sabe cosas, parece que no está haciendo cumplir la Ley. Es verdad que la situación es muy complicada, que Puigdemont está aforado y hay que medir los tiempos y no dar matraca para levantiscos, eso lo entiendo Maza, pero si los garantes de la Ley titubean, pues también vamos apañados. Si Puigdemont fuera El Lute ya estaría en la cárcel con o sin gallina.
OPINIÓN | Jesús García Marín
Puigdemont y El Lute
J. García Marín | Eivissa |