A paciencia y templanza, posiblemente, no me gane nadie en este mundo (así, sin exagerar). Pero si hay algo que me reconcome por dentro es el funcionamiento de la sanidad en Ibiza y, en concreto, del hospital Can Misses. Póngase en la piel de alguien que lleva en lista de espera, dos, tres o seis meses (o más) para ser operado. Llega el momento, se prepara mentalmente y, una vez allí, le dicen que no puede ser operado porque hay moscas en el quirófano (seguramente no se lo dirían tan claramente, darían rodeos, alguna que otra excusa... pero el cabreo sería monumental igualmente). ¿Qué se le pasaría por la cabeza? Que vaya vergüenza, que si estamos en una república bananera, que cómo puede ser que haya moscas en un quirófano de un hospital nuevo….quejas y lamentos todos ellos entendibles y que no deben recaer en los cientos de profesionales del día a día que se dejan la piel en sus puestos de trabajo en el hospital Can Misses sino en quienes dirigen y gestionan el hospital. ¿Cómo puede ser que se detecten moscas durante dos semanas consecutivas después de que los quirófanos permanecieran cerrados cinco días por este mismo motivo en enero del año pasado? ¿Cómo puede ser que la concesionaria diga que está todo bien, desinfectado y listo, y que es un caso aislado y que una semana después vuelvan a aparecer las moscas? ¿Es que acaso a la concesionaria le dan igual las sanciones, los pacientes? ¿O no hace bien su trabajo? ¿O es que los métodos de control y seguimiento de la concesionaria no son todo lo efectivos que deberían ser? El Área de Salud, que ya ha pedido disculpas a los usuarios, ha dicho que asumirá el control de los servicios no sanitarios, como limpieza o desinsectación, pero ¿a qué espera el Ib-Salut para actuar realmente con contundencia y evitar que a la gente le dé hasta miedo pisar Can Misses?
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