Quién no se acuerda de aquellas dos diputadas que dormían en el Parlament para ahorrarse la noche y quedarse con la dieta del hotel? Es evidente que quien puede le hinca el diente a la coima y si puedes ir en avión estatal a ver un concierto particular, pues cojonudo, y si te llevan a los Consejos de Ministros en helicóptero, pues fabuloso. Todo esto lo digo porque recientemente hemos visto como dos líderes políticos han dado una lección de honradez y no les ha importado sacar el cuchillo y hacer los recortes que haya que hacer entre las muchas prebendas de la casta política, me refiero a la guapa primera ministra de Croacia, que para nosotros quisiéramos, Kolinda Grabar-Kitarovic que ha bajado los sueldos de todos los políticos y les ha quitado lo superfluo, coches oficiales y demás mandangas. Ella misma se pagó el viaje para ir a ver la final del mundial, se pagó los gastos de estancia y se descontó del salario los días que pasó de asueto en Rusia. Está claro que es un caso límite, desde luego que inconcebible en España. Aquí tenemos otra idiosincracia, pues anda que no se han puesto nerviosos los cargos sorayistas cuando han visto que Casado ganaba y que igual no salían en la próxima lista. El segundo caso es el de López Obrador, en México, que ha rebajado a la mitad el sueldo de los políticos, les ha quitado el seguro médico especial que tenían y les ha reducido al mínimo las dietas. Entre tanto, Sánchez y la vice Carmen Calvo, aquella que dijo que el dinero público no es de nadie, están con el Coleta urdiendo a ver como gastan más dinero y endeudan al país todavía más, en vez de hacer lo contrario.
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