Gracias a los nuevos presupuestos elaborados por la máxima institución insular hemos sabido que los ibicencos dejaremos de financiar con nuestro dinero inversiones que corresponden al ejecutivo autonómico. El anterior equipo de gobierno integrado por PSOE y PODEMOS se dedicó a aceptar todas las imposiciones financieras que venían desde Mallorca y que inflaban un presupuesto onírico, terminando con una ejecución paupérrima.
Es inconcebible que los ibicencos nos veamos vinculados por la incapacidad y la irresponsabilidad de Vicent Torres, quien permitió que el Govern balear sisara de nuestros fondos para financiar proyectos ajenos al Consell. Es el ejecutivo autonómico el que debe financiar al insular y no al contrario.
En este sentido, la socialista mallorquina nos metió un gol de campeonato, atribuyéndose el mérito de la construcción de la Escuela de Hostelería, la cual será financiada con 4,5 millones de euros de la ecotasa (dinero que ha salido de Ibiza) más 5,5 millones que abonará el Consell.
Es decir, una competencia del Govern balear (educación) pagada íntegramente con dinero de todos los ibicencos. Si nuestro Consell se va a comportar como una entidad de crédito, el Govern debe devolvernos ese dinero con su correspondiente interés. Lo contrario sería una tomadura de pelo que se sumaría a las muchas que ha pretendido Armengol y que han permitido los socialistas ibicencos.
Nadie duda de la imperiosa necesidad de esta infraestructura y es por ello que la izquierda insular debería abandonar su servilismo a Mallorca y hacer frente común con Vicent Marí y los empresarios en la legítima pretensión de que Armengol deje de esquilmarnos y empiece a financiar los proyectos de su competencia. Menos tacticismo político y más compromiso con Ibiza.