VOX presentará en septiembre (en agosto hace demasiado calor) una moción de censura contra el presidente ilegítimo y sepulturero que capitanea este gobierno repleto de comunistas y masones. Es imperativo echar a este ejecutivo que ya tiene 50.000 muertos a sus espaldas y cuyo único objetivo es derrocar la monarquía y arruinar España.
Afortunadamente, el país cuenta con una fuerza política patriótica sin atisbo de reminiscencias franquistas que, con 52 diputados, barrerá el paso a los esbirros de Soros y liderará una moción de censura muy útil y que para nada representa un mero show mediático estéril.
Tampoco va a unir a los aliados de Sánchez, ni va a facilitar que apruebe su presupuesto de 2021. Se dice que el único objetivo de VOX es dañar al PP y perpetrar otro de sus espectáculos ridículos, pero la realidad es otra: el fin que persigue este partido moderado, tolerante, riguroso y repleto de personas válidas y preparadas es levantar la voz por España.
El eterno líder Santiago Abascal es la viva imagen del presidente que ahora necesita la patria, a pesar de haber vivido toda la vida de los chiringuitos que dice que va a suprimir. No haber trabajado en su vida no es un obstáculo para este portento de la política que cabalga hacia la recuperación del Imperio en el que no se ponía el sol.
Desafortunadamente, el caudillo no cuenta con apoyo porque la derechita cobarde y sumisa ha decidido hacer caso omiso a su magnífica idea de censurar al filoetarra Sánchez. Parece que han aprendido la lección de Galicia y han decidido centrarse en gestionar y rechazar los extremismos, en lugar de gesticular cual hooligan y usar un lenguaje soez y ofensivo. Los masones, los rojos, los cobardes y la ironía quieren acabar con España, pero VOX les desenmascarará.