Este fin de semana cerrarán la mayoría de los hoteles de Eivissa. De esta forma se da carpetazo a una temporada turística que empezó tarde y mal y que termina pronto y fatal. Los buenos datos epidemiológicos que presentaban las Islas al inicio del verano provocaron un cierto optimismo en el sector, que se proponía estirar la temporada más allá de septiembre.
Las cuarentenas impuestas por el Reino Unido, Alemania y los Países Bajos, hicieron caer las reservas de forma drástica y los hoteleros no han tenido más remedio que echar el cierre antes de lo previsto. Llama la atención que en la peor temporada turística de la historia el conseller de Turisme, Iago Negueruela, haya estado desaparecido durante la última quincena de agosto, y que la acción de promoción turística más destacada de la ministra de Turismo, Reyes Maroto, fuera acompañar a los Reyes de España en su visita a Eivissa el pasado 17 de agosto. Conseguir corredores sanitarios para turistas alemanes a Mallorca ha sido el mayor logro alcanzado por la diplomacia balear para favorecer el turismo. Todo lo que ha venido después han sido fracasos. Eivissa afronta su invierno más largo.