Desde la Comisión de Sanidad del PP queremos manifestar nuestra indignación por el deterioro progresivo e irreversible al que está sometiendo la consellera de Salud, Patricia Gómez, y por supuesto la presidenta del Govern, Francina Armengol, a la sanidad en Eivissa.
Repetidamente han ignorado las peticiones de nuestro partido, de los profesionales sanitarios, de los sindicatos profesionales para mejorar la financiación y gestión de nuestra área sanitaria. PSOE y Podemos han votado repetidamente en contra, tanto aquí como en Palma, a las peticiones de fidelización del personal sanitario, especialmente negándose a conceder un plus de insularidad semejante a Canarias, negándose a estabilizar contratos y negándose también a eliminar la obligatoriedad del nivel B de catalán para que pase a ser un mérito.
La izquierda balear también ha rechazado la paga del plus covid, como sí están pagando otras autonomías y como ha hecho el Consell de Eivissa con los profesionales sanitarios del HRA Cas Serres. Todo esto, unido a constantes desajustes y contradicciones, nos ha llevado a una situación límite, con unos sanitarios desmotivados, fuga de sanitarios, imposibilidad de nuevas contrataciones y listas de espera inasumibles.
El Hospital Can Misses es el que presenta la mayor lista de espera de Balears, tanto en consultas, con más de 2.800 pacientes esperando más de 60 días para una cita, como en quirófano, con cerca de 1.500 pacientes esperando más de 180 días para una intervención.
Todo ello más que inasumible es indecente. En Primaria, al igual que ocurre con Especializada, la situación no es mejor y el extraordinario esfuerzo de unos facultativos agotados y desmotivados no es suficiente.
Asimismo, a pesar de que se instaló un TAC en Formentera, no se realizan exploraciones con contraste porque nadie puede supervisarlo, por lo que hay numerosos traslados para realizar dicha exploración.
Finalmente, duele hablar de la vacunación covid: Baleares está en la cola de España e Ibiza está a la cola de Balears, con excusas inadmisibles para justificar esta realidad y con la promesa periódica de que la próxima semana comenzará una vacunación masiva que luego no llega.
Con los peores números en cuanto a cobertura sanitaria pública y vacunación de Baleares, nuestra última reflexión: ¿hasta cuándo aguantaremos?