El Partido Popular (PP) quiere luchar contra el anonimato en la Red. Tal y como informa El Mundo, el Grupo Popular en el Senado ha presentado, a iniciativa del que fuera portavoz en el Congreso y ahora es miembro de la Mesa en la Cámara Alta, Rafael Hernando, una Proposición de Ley para obligar a las plataformas a identificar a todos los que se den de alta. La propuesta del PP incluye la obligación de «disponer de la identificación de la persona física que efectúa el almacenamiento de los datos; o disponer de los medios tecnológicos adecuados para identificar a la persona física que haya efectuado el almacenamiento de los datos, tanto si lo ha hecho directamente como a través de sistemas tecnológicos diseñados o utilizados para ocultar al autor de la colocación de los datos en el sistema».
Lo primero que les quiero decir es que la privacidad es uno de los elementos esenciales de la libertad de los ciudadanos. No es la primera vez que leo la posibilidad de prohibir o limitar el anonimato en Internet mediante la creación de un protocolo de identificación. Podemos pensar en ello como si nos dieran a todos el equivalente en Internet a un DNI o permiso de conducir. Nadie tendría acceso a los servicios sin la utilización de dicho permiso. Desde mi modesta opinión creo que sacrificar el anonimato a cambio de la ilusión de seguridad temporal no funcionará por varias razones. Cualquier persona del país que sea puede fingir ser de otro lugar. Si España prohibiera el anonimato y ordenara a sus ciudadanos que usaran su permiso para acceder a una dirección de correo electrónico, cualquier español podría tener una cuenta de correo electrónico anónima de un país sin requisitos de identificación. Además, es posible configurar un sistema de comunicación anónimo sobre uno identificado.