«Sabías que el bus, el tren y el metro ya son gratuitos en todo Mallorca para los jóvenes de hasta 16 años?» Pues si no lo sabías, ahora un anuncio estupendo del Govern de les Illes Balears te lo explica. Sí señores, estamos de enhorabuena, los jóvenes de Mallorca pueden viajar gratuitamente en el transporte público a costa de usted, ciudadano de La Mola, que como todo el mundo sabe, coge el tren de Mallorca diariamente. Como era de esperar el anuncio, publicado también en redes sociales, tuvo algunas respuestas bastante airadas por parte de los ciudadanos de las «otras» islas: «Com sempre mesures que només beneficien a una illa com si les demés no contribuesin també al PIB de les Illes Balears…» (sic).
Es verdad que los ciudadanos de las Pitiusas ya estamos acostumbrados a tropelías como éstas. Pero parece que los más de 200 altos cargos y asesores de Francina Armengol no se han dado cuenta de que subvencionar el transporte público de solo una de las islas baleares es, como mínimo, un agravio comparativo para los ciudadanos del resto. Y todo esto se entiende mucho menos si nos paramos a pensar que el conseller de Mobilitat es el ibicenco Josep Marí Ribas. Agustinet ha debido de mutar en una especie de avatar mallorquí desde que se fue de su despacho de la alcaldía de Sant Josep, porque no puedo comprender que haya perdido de esta manera la sensibilidad, tanto para tratar a sus ex vecinos de los apartamentos Don Pepe, como ahora con los usuarios del transporte público.
No ha sido la única conselleria que en 24 horas da un bofetón a los ciudadanos de Baleares que viven fuera de Mallorca. La de Salut i Consum publicaba ayer la herramienta digital para identificar contactos estrechos con personas que tienen COVID, con el siguiente mensaje: «ahora mismo BITCITA AUTORRASTREO solo está disponible para residentes en Mallorca. Próximamente se ampliará a las otras islas». Pues eso, todo en orden.