La foto de un menor de edad en la playa, durante el baño, con el uniforme del colegio o, simplemente, en compañía de sus padres. Este fenómeno, conocido como «sharenting», se trata de una práctica cada vez más habitual entre los progenitores, que no dudan en compartir la vida de sus hijos en redes sociales. Incluso, hay padres que publican estas imágenes con el fin de obtener beneficios económicos. ¿Te identificas con uno de estos grupos? ¿Proteges la imagen de tu hijo en las redes sociales? ¿Conoces los riesgos y las consecuencias legales de publicar la foto de un menor en Internet?
Debido a la sobreexposición que existe hoy en día, es necesario recordar los derechos y obligaciones en lo que respecta a la publicación de menores de edad en las redes sociales. Todos los detalles que se comparten en redes sociales sobre un menor de edad se traducen en un riesgo potencial para su derecho al honor, intimidad y propia imagen, así como para su seguridad.
Otras de las consecuencias pueden derivar en ciberacoso, abuso sexual o el secuestro de su identidad para crear un perfil falso. A fin de evitar estas vulneraciones es recomendable que, en caso de querer compartir imágenes de menores, se difuminen el rostro para proteger su identidad y evitar consecuencias legales. ¿Sabes que tu hijo podría demandarte cuando alcance la mayoría de edad?
Si tu hijo ha visto expuesta su vida privada en las redes sociales durante su minoría de edad, este puede interponer la correspondiente denuncia contra sus padres en base al artículo 197.7 del Código Penal. La pena de prisión podría llegar a ser de tres meses a un año o multa de seis a doce meses si han difundido, revelado o cedido a terceros imágenes o grabaciones audiovisuales de su hijo siempre que la divulgación menoscabe gravemente la intimidad del menor de edad.
¿Ha ocurrido este escenario que os cuento? En los últimos años se han producido condenas a progenitores por subir fotos de su hijo a las redes sociales.