En la entrañable parábola del Buen Samaritano, el Señor da una explicación concreta de quien es el prójimo y de cómo hay que vivir la caridad con él, aunque sea nuestro enemigo. San Agustín identifica al Señor con el buen samaritano.
En muchas ocasiones vemos como Jesús se compadece y se conmueve ante el sufrimiento del hombre. El Señor llevado de su compasión y misericordia, baja a la tierra para curar las llagas del hombre haciéndolas suyas, propias. San Juan dice que en esto consiste el amor de Dios hacía nosotros, en que envió a su Hijo Unigénito al mundo para que por Él tengamos vida. En esto consiste el amor de Dios hacia nosotros no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino porque Él nos amó pensando en nosotros, y envió a su Hijo. Si Dios nos ha amado de esta manera, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros.
... si dios hubiese decidido darse a conocer a los hombres en nuestros días, seguro que no hubiese usado esos sádicos métodos, mejor hubiera escrito un tuit masivo a todos los móviles del mundo a la vez, con un video de un orbi et orbi... por tanto, se deduce que en esa época, en la que no existían móviles, no tuvo más remedio que hacerse ver con unos azotes y un cadalso para dar pena y esperar que la gente entendiera entre líneas.................. pero si lo piensas bien, en serio, ¿hay algún creyente de verdad aún hoy en día?