Hace un par de años, en Formentera ,un grupo de valientes mujeres decidieron fundar una escuela-club de fútbol sala femenino: el Cosmitos. Movilizar a la gente en Formentera para cualquier actividad siempre es muy complicado, pero en este caso, y a pesar de las dificultades añadidas de la pandemia, ya son 70 personas entre jugadores y técnicas las que de un modo u otro practican deporte y hacen equipo, con una envidiable masa social que les acompaña en sus competiciones oficiales y partidos amistosos.
A su magnifica iniciativa social y deportiva añaden ahora un programa de inclusión para niñas con diversidad funcional y en riesgo de exclusión social, y para ello cuentan con la complicidad incondicional de Nara y Nica, dos perras labradoras que son un auténtico encanto. Ha sido una brillante idea en colaboración con la asociación Argos y con la asistencia de una experta en este tipo de intervenciones caninas: Belén Arzaga. El otro día fui a ver uno de sus entrenamientos y salí realmente emocionado. El trabajo en silencio de Nara y Nica es impresionante. El amor que dan y reciben de Noelia y Sofía –las dos jugadoras que participan en el programa– es precioso.
No se me ocurre una manera mejor de promover la inclusión que normalizarla desde la infancia y en eso el Cosmitos ha tenido una magnífica iniciativa. El resto de jugadoras tienen un trato exquisito con sus compañeras y también se benefician de la terapia canina. Acabar un ejercicio correctamente o marcar un gol les permite acercase a las perritas a dar y recibir cariño. Deberían ver las caras.
Este planteamiento novedoso ha permitido a dos niñas –de momento– integrarse en un equipo con facilidad. En otro caso hubiese resultado mucho más difícil. Y, además, sobre el parqué se pueden ver algunas jugonas con donosura.