Semanas llevamos hablando de Emmanuel Macron, reelegido presidente de Francia por otros cinco años tras dura pugna con la ultraderecha de Marine Le Pen, a la que ganó por segunda vez, por lo que ya es hora de mencionar a Brigitte Trogneux, más conocida como Brigitte Macron, la mujer con la celebró su victoria muy a la francesa, ante la torre Eiffel, cogidos de la mano. Porque además de su mujer, Brigitte también fue su profesora de literatura cuando tenía 16 años y desde entonces no da un paso sin ella. Ambos llegaron al Elíseo por primera vez con la escandalosa historia de amor ya cumplida, razón por la que a diferencia de los anteriores presidentes de Francia, no hubo durante su primer mandato tormentas sentimentales, ni amantes secretas como es tradición desde Mitterrand. Para qué, si ya tiene a Brigitte. La discreta profesora habita un ala propia en el Elíseo y posee un equipo de trabajo que la acompaña con idéntica discreción. Y no es un florero. El florero es Macron y de ahí la fama de arrogante por la que tantos franceses, con o sin chaleco amarillo, le aborrecen. Salvo que se enfrente a Le Pen; entonces toda Europa le aplaudió, y hasta nuestro PP, con hilarante oportunismo, dijo identificarse con él. Todo lo cual, me imagino, contempla desde la sombra la señora Trogneux, o Macron, con sardónica sonrisa francesa, acogedora y distante al mismo tiempo. No en vano la profesora de literatura fue antes esposa de un banquero y por si eso fuera poco es hija de padres chocolateros. ¡Literatura, dinero y chocolate! Qué fusión tan lograda. Basta ver a esta mujer de gloriosos 69 años para darse cuenta de que lo sabe todo. Y cuando no, lo simula.
Lo más visto
Desokupa pide un «escarmiento público legal» para la presunta estafadora de alquileres en Ibiza
Tom Cruise, de vacaciones en Mallorca
La Princesa Leonor recibe un permiso especial en la Academia Militar por un motivo muy emotivo
Este es el alimento que contiene más vitamina B12 y que se debe tomar a partir de los 50