El vicepresidente 2º y conseller de Transportes del Consell d'Eivissa, Javier Torres, ha sustituido a su director general, Roberto Algaba, por José Alberto González. Lo justifica con un lacónico –y falso– «cambio de perfil» de cara al final de la legislatura.
Las muletillas de siempre para argumentar una defenestración en toda regla. Los ciudadanos tienen derecho a saber por qué, a nueve meses de que expire su mandato, Vicent Marí y Javier Torres cambian al titular de la Dirección General de Transportes del Consell, justo cuando el principal partido de la oposición, el PSOE, lanza durísimas acusaciones sobre la gestión del transporte público en la isla y lo califica de «nefasto», «caótico» y «penoso», entre otras lindezas. Como es natural, los socialistas no se dan por satisfechos y exigen la cabeza del máximo responsable del transporte público, Javier Torres.
La voracidad del PSOE es directamente proporcional a su hipocresía, pues exigen responsabilidades políticas a los demás, pero nunca asumen las suyas propias, como se ha comprobado en el caso del desastre en el transporte público de Mallorca, que gestiona el conseller de Movilidad y Vivienda, Pep Marí Ribas ‘Agustinet', líder de los socialistas ibicencos. El hashtag de Twitter #putaTIB demuestra qué bien valoran los mallorquines la gestión del transporte público, trenes y autobuses, de ‘Agustinet'. La salida de Algaba se produce en el peor momento posible y es una torpeza porque da alas a la oposición.