Podemos acusa al PSOE de bloquear los avances sociales que ellos impulsan y que fueron pactados con los socialistas. Afortunadamente, debemos añadir. Si el boicot de Pedro Sánchez a la acción política de sus socios es tan intenso y de tanto calado, no se comprende a qué esperan para dejarlo plantado. Que gobierne en minoría, a ver qué tal le va. Pero dado que las quejas de la portavoz nacional de Podemos, Isa Serra, se quedan en lamentos quejosos de una política con antecedentes penales, no puede dárseles mayor consistencia ni credibilidad. En todo caso demuestran unas tragaderas descomunales, porque para ser cómplices activos del atropello al pueblo saharaui, el aumento del gasto militar o la venta de buques de guerra a Arabia Saudí, hace falta mucho estrabismo. La cercanía de las elecciones obliga a magnificar los éxitos que Podemos se autoatribuye y a buscar culpables de lo que no se ha hecho, porque cada cual tiene el peso político que tiene realmente y no el que quisiera tener.
En un acto celebrado en Palma, la candidata por Eivissa al Parlament, Gloria Santiago, dijo que de no ser por ellas, muchas normas progresistas aprobadas en esta legislatura, no hubieran visto la luz. Debe referirse a pasar pantallas del Candy Crush o ver vídeos de TikTok. Habitualmente se la ve en su escaño a la izquierda del presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, sin levantar los ojos del móvil, abstraída, tuiteando compulsivamente o quien sabe con qué entretenimiento pasa el rato la ex directora insular de ‘Consells a la plaça'. Su paso por la política, hasta la fecha, sólo ha trascendido por sus célebres vídeos de monologuista en las redes sociales. Y aún así trata de convencer a la ciudadanía de que ha inventado la pólvora que no explota. Menuda comedianta.