Estamos a las puertas de una nueva convocatoria de elecciones autonómicas y municipales y el problema de la vivienda es más grave ahora, que hace cuatro años.
No disponer de vivienda para vivir está expulsando a familias de Ibiza y Formentera y nos deja con un gran déficit de capital humano en todos los sectores que acaba perjudicando nuestra calidad de vida, al tener servicios médicos saturados, con profesionales quemados, falta de profesores y esperen a que lleguen los turistas y haya que atenderles.
La solución no está únicamente en manos de los políticos, pero estamos viendo diferentes formas de hacer frente a esta realidad.
Mientras la consellera de Salud, Patricia Gómez, sigue insistiendo que Ibiza es un destino «paradisíaco» para los facultativos, negando el grave problema de la falta de estos, sus compañeros de partido en Formentera anuncian la inminente puesta en marcha de una oficina de acompañamiento a la vivienda que llevan anunciando desde inicio de legislatura. Esta oficina ofrecerá asesoramiento jurídico para el alquiler y estará dotada con subvenciones para inquilinos e incentivos para propietarios.
Son dos formas de enfrentarse al mismo problema.
Por otra parte, Podemos anuncia su voluntad de presentarse en Formentera con la vivienda como principal caballo de batalla, denunciando el exceso de apartamentos dedicados al alquiler turístico y prometiendo reducir ese número en beneficio de los alquileres para todo el año. Otra forma de enfrentarse al mismo problema.
Nadie tiene la varita mágica para solucionar un problema que tiene que ver con la capacidad depredadora del ser humano, pero hay formas y formas.
Hasta mayo, quedan otras propuestas por ver. Estamos atentos.