El trío que dirige la FSE-PSOE, Josep Marí ‘Disgustinet', Pilar Costa y Milena Herrera protagonizó ayer una rueda de prensa donde, si yo fuera alguien en la TEF, le metería risa enlatada para que los espectadores pillen el nivel político de este triduo de perdedores, a quienes lo único que les interesa es su cuenta corriente y su nómina, aunque se hinchen la boca hablando de Ibiza, una Isla que no les importa un pimiento. Cada uno con su argumentario plagado de clichés que deben repetir como loros, mencionando tantas veces como sea posible al Partido Popular. Del secretario general de los socialistas ibicencos, prefiero no decir ahora nada y reservarme para el domingo, porque se lo merece. De Milena Herrera sólo apuntar, por ahora, que parece una alumna aventajada de quien no sabemos nada más que sus padrinos, porque sus méritos políticos son desconocidos. Desbancar a Sofía Hernanz está bien, pero tampoco demuestra nada, excepto que la militancia estaba ya harta de Sofía. Analicemos someramente los argumentos de Pilar Costa, que anda preocupadísima porque el PP se apresta a cerrar la Oficina Anticorrupción de les Illes Balears, ese ente creado por los socialistas para perseguir a sus rivales políticos, singularmente al PP. Dice Costa que no quiere pensar que este cierre sea la respuesta del PP de Ibiza ante las diligencias que abrió aquella oficina tan inútil como costosa, contra el presidente del Consell d'Eivissa, Vicent Marí. Pues claro que lo es, Pilar, ¡por Dios! Naturalmente que se cierra por eso. Entre otras muchas razones. Pero la primera de todas debe ser por no haberse enterado de la trama de corrupción urbanística que investiga la Justicia en Sant Josep y que llevó a la detención del alcalde socialista, Ángel Luis Guerrero, quien además fue concejal de Urbanismo de ‘Disgustinet', casualidades de la vida. ¿Eso no le preocupa a Pilar Costa? Pues debería.
Opinión
Pilar Costa está preocupada
Joan Miquel Perpinyà | Ibiza |