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A Armengol con mucho cariño

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Supongo que ante todo lo que se ha sabido durante los últimos días sobre el ‘caso Koldo’ muchos socialistas comenzarán a pensar que la ‘etapa Armengol’ se ha acabado. No lo dirán públicamente, por supuesto. Soy de los que piensa que la expresidenta balear no hubiese sido candidata de nuevo al Govern en 2027 ya que para ello hubiera tenido que dimitir como presidenta del Congreso antes de acabar la legislatura. Un escenario demasiado complejo y que no le convenía a Sánchez en las actuales circunstancias políticas. Sin embargo, Armengol insistía que su reto era volver a presidir el Govern y de hecho ha ejercido de jefa de la oposición a Prohens durante varios fines de semana.
Pero el mensaje de Koldo a Armengol ha cambiado mucho las cosas. Y lo que está por saber en las próximas semanas y meses aún puede empeorar mucho más la situación de la expresidenta. Porque nadie duda ahora mismo que llegará un día en que se aclare cómo el exasesor de Abalos consiguió un contrato de 3,7 millones con la venta al Govern de unas mascarillas que, además, no cumplían los mínimos de calidad exigibles. Por mucho que Armengol diga que siempre ha perseguido la corrupción (la de sus rivales políticos, claro) que Koldo le enviase un mensaje llamándola «cariño» tiene el mismo significado político que cuando Mariano Rajoy le dijo a Bárcelas «sé fuerte».
Cuando alguien te escribe «cariño» en un mensaje telefónico es que existe una confianza previa. No suele ser habitual que te llamen «cariño» por haberte visto un par de veces en algún acto oficial, como intentó hacer creer Armengol cuando compareció en las comisiones de investigación del ‘caso Koldo’. La expresidenta balear no se atrevió a decir que no conocía a Koldo, pero casi. Igual a Armengol le convendría revisar todos los mensajes que le envió el jefe de la trama porque de ellos depende su futuro político.
La cuestión está bastante clara. Armengol conocía a Koldo y había una cierta confianza entre ellos. Gracias a esta confianza, Koldo pudo acceder a la consellera de Salut y cerrar el contrato de 3,7 millones de euros de las mascarillas, unos trámites que Armengol intentó tapar cuando se le pidieron explicaciones sobre el asunto. No parece lógico que un simple asesor del ministro Ábalos (o conseguidor) sea el encargado de coordinar la compra de mascarillas con las comunidades autónomas. Supongo que en el Gobierno había más de un alto cargo más preparado para ello, a no ser que hubiese una intención de crear una trama en la que también salía ganando el propio PSOE, aunque eso todavía está por confirmar, si bien un empresario ha declarado que llevó 90.000 euros a la sede socialista de parte de uno de los comisionistas.
Armengol no solo engañó a los ciudadanos de Balears cuando se le preguntó por su relación con Koldo, sino que intentó hacer creer que la culpa de tener en un almacén mascarillas por un valor de 3,7 millones era del actual Govern al no exigir antes de una fecha concreta que se devolviese el dinero invertido. Tras las revelaciones de los mensajes entre Koldo y Armengol se confirma el ridículo que hizo Iago Negueruela en su intento de desviar la atención sobre la realidad.
Ante estos acontecimientos de los últimos días sería recomendable que el PSOE balear buscase una alternativa a Armengol porque lo que se conocerá en las próximas semanas no será precisamente positivo para la expresidenta del Govern. Porque no hace falta recordar que el juez de la Audiencia Nacional que instruye el ‘caso Koldo’ ha solicitado correos electrónicos y mensajes telefónicos entre Armengol y el exasesor.
Mantener a Armengol como una opción de futuro sería un error estratégico mayúsculo, como lo fue el pasado año presentar a Josep Marí Ribas ‘Agustinet’ como candidato al Consell d’Eivissa, algo que también se avisó en su momento que acabaría en fracaso. A Armengol hay que decirle con todo el cariño del mundo que su futuro político está agotado y que cualquier intento de perpetuarse en la política solo irá en detrimento de su propio partido.

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