Siendo escrupulosos, Armengol no mintió en las comisiones de investigación sobre la compra de mascarillas. Admitió que mantuvo contactos con Koldo García pero que no recordaba las conversaciones entre ambos. Eso tiene mucho sentido común y se entiende como argumento de defensa. Ahora bien, Armengol no lo contó todo, ni mucho menos. La expresidenta del Govern, que también se apuntó a atacar a los medios que publican noticias que no le gustan, nunca dijo que facilitó a Koldo el teléfono de la entonces consellera Patricia Gómez. Ese dato no la implica en nada, pero cuando alguien va a una comisión de investigación tiene que contar lo que sabe. Bastaba echar un vistazo al móvil y revisar la conversación con Koldo para recordar ese detalle. Y ese dato es relevante porque a partir de ahí Koldo García y su trama corrupta que ahora que se investiga consiguió el contrato de las mascarillas falsas por el que su gobierno pagó (y muy rápidamente, por cierto) 3,7 millones de euros.
Ahora bien, apunten las palabras de Armengol cuando asegura que ella, gran luchadora contra la corrupción (de los otros partidos, claro), nunca había influido para que una empresa consiguiese un contrato público. Imagino que Armengol sabe que en las próximas semanas saldrán más conversaciones o correos electrónicos entre ella y Koldo. O incluso entre Gómez y la expresidenta. Y en ese momento se sabrá si es cierto que ella luchaba contra la corrupción o, por el contrario, colaboraba con una trama que se aprovechó del peor momento que ha vivido este país para hacer negocio.
A propósito de la lucha contra la corrupción, conviene recordar que Armengol nunca pidió responsabilidades políticas a ninguno de los implicados en el ‘caso Multimedia’. Todos siguieron como militantes del PSOE durante su mandato y algunos de ellos incluso fueron ascendidos al Senado, otros ocupaban cargos relevantes en el Ayuntamiento de Palma, y me temo que siguen como afiliados del PSOE tras haber confesado varios delitos. Curiosa la manera que tiene Armengol para luchar contra la corrupción.