Síguenos F Y T I T R
Opinión

Democracia asaltada

Freepik

| Ibiza |

Que los partidos políticos son organizaciones mafiosas no lo duda nadie, salvo el fanático de unas siglas o el virgíneo electoral. Si la democracia está en peligro, es precisamente por su escandalosa negligencia en su deber de depurar responsabilidades, por la creciente opacidad ante la tan cacareada transparencia, estúpido sectarismo, nepotismo descarado, picaresca vergonzante e ineficacia manifiesta.

Podrían empezar por aplicar para sí lo que tanto exigen a los otros. Si queremos proteger la democracia, hay que vigilarlos estrechamente. Es sintomático que el presidente Sánchez sea calificado como el «puto amo» por sus ministros lacayos, Número 1 para los ladrones que se forraron en medio de una crisis sanitaria, cariño incluida, marido de una captadora de fondos con cátedra sablista, comodín de etarras y separatistas, etcétera. Dan buena prueba del hedor que despide el gobierno más indecente de nuestra historia democrática. Y esto no va de derechas o izquierdas, salvo marxistas contrariados que comen con la hoz y el martillo en vez de cuchillo y tenedor, o su variante de impuros nacional-socialistas que pretendieron robar la esvástica de la frente radiante del Buda. Tal división, promovida por los súcubos de la new age totalitaria, es una maniobra de diversión para confundir, marear la perdiz, lograr vulgar adoración al capo de turno y adquirir bula para robar impunemente. Ya decía el cachondo tótem Camilo José Cela que lo más parecido a un tonto de izquierdas, es un tonto de derechas. Y antes, el magnífico Ortega y Gasset, sentenció: «Ser de la izquierda es como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral».

Lo más visto