Prácticamente todos los años el aeropuerto de Eivissa se convierte en el foco de atención con la llegada del verano. Ahora bien, despertar el interés informativo no siempre ha de ser una buena noticia. Precisamente estos últimos años, lo ha venido siendo por cuestiones más bien problemáticas. Parece mentira que una infraestructura clave para el correcto funcionamiento de la isla, tenga que ser últimamente objeto de furibundas críticas, de pasajeros que utilizan sus instalaciones diariamente, o de la gran mayoría de compañías o empresas que vienen trabajando en las mismas. Y todo ello a pesar de que todos los inviernos sin excepción, se vienen realizando obras de supuesta mejora.
Como he dicho son las empresas y sus empleados que trabajan a diario en el aeropuerto, quienes sufren en primera instancia las deficiencias de sus instalaciones. Pero indudablemente en el paquete de usuarios sufridores del aeropuerto ibicenco, debemos incluir a los pasajeros que lo vienen utilizando. Es muy triste ver como el aeropuerto que a pesar de sus reducidas dimensiones, había estado hace años ocupando los puestos de cabeza entre los aeropuertos españoles, a día de hoy y según el último ranking publicado por la empresa tecnológica «AirHelp Score 2025», el aeropuerto de Eivissa ocupa el penúltimo lugar en la lista de un total de catorce analizados en España, solo por delante del de Mallorca que es el peor de todos.
El espectacularmente marcado sentido economicista con el que se vienen gestionando la mayoría de aeropuertos en nuestro país, poniendo muy por delante en todos ellos los ingresos económicos que pueden aportar, en lugar de tratar de poner al menos al mismo nivel la calidad de los servicios que en ellos se vienen prestando; es lo que viene marcando la gestión global de AENA.
Pero si nos atenemos a diversos datos conocidos y a los graves problemas que a diario sufrimos, es nuestro aeropuerto de Eivissa el que se lleva la palma en lo que es una catastrófica gestión. La incapacidad de gestión de la directora del aeropuerto ibicenco, es más que manifiesta. Para ello basta analizar la penosa fórmula adoptada para solucionar la problemática de los accesos. Durante años fue un problema saber donde dejar aparcado el coche que accedía a sus instalaciones, eso después de interminables atascos para llegar, que se repetían a la hora de salir. Una vez resuelto, aunque con excesivo retraso, el tema del aparcamiento, lo que viene siendo la circulación y llegada o salida de la terminal, sigue siendo un autentico caos. Cabe destacar las dos absurdas «soluciones» adoptadas para solventar la problemática en cuestión, que no han servido para nada y solo han conseguido agravar el problema, ya que se ha conseguido que puedan acceder más vehículos, pero el embudo de salida sigue exactamente igual.
Pero las soluciones absurdas y los argumentos ridículos, van todavía más allá. Ahora el Presidente de AENA, acaba de descubrir el motivo por el que se producen los colapsos en nuestro aeropuerto. Y no se lo pierdan, se debe a la entrada en vigor de la nueva ley que limita la entrada de vehículos a la isla. De nuevo aparece lo único que tienen entre ceja y ceja los dirigentes de esta empresa pública, ingresos, ingresos, ingresos y cuantos más mejor. Que el citado Presidente, pretenda que los contratos previos a la entrada en vigor de la ley, negociados sin consultar a nadie, deban ser motivo suficiente para reformar la ley y adaptarla a las necesidades (comerciales) de AENA y no a las necesidades de la población de la isla y su futuro, ya define claramente al personaje en cuestión.
Que su única preocupación sea qué tendrá que hacer ahora para solventar el problema con determinadas empresas de alquiler de coches con las que había firmado contratos, convirtiéndose en abogado defensor de las mismas, en lugar de velar por la subsistencia de una isla de la que saca una indecente cantidad de millones de euros todos los años, resulta repulsivo. En lugar de eso, bien haría en preocuparse más en solventar la imagen que nuestro aeropuerto está ofreciendo al mundo y, debería estar realmente preocupado por la pérdida de más de cien posiciones en el ranking mundial de aeropuertos, según el estudio antes citado. Cabe resaltar que dicho estudio analiza y evalúa tres factores la puntualidad, la opinión de los usuarios y los servicios que se ofrecen. De vergüenza el resultado de nuestro aeródromo.
A pesar de todo ello, estoy seguro que tanto al Presidente de AENA, como a la Directora del aeropuerto de Eivissa, con cifras como las últimas conocidas en cuanto al número de pasajeros al cierre de junio con 1.259.645 pasajeros, es decir un incremento del 2%, comparado con junio del año pasado es lo único que les importa; lo único que tienen entre ceja y ceja es el símbolo del €. Qué más da si está demostrado que lo que hace falta es controlar la masificación turística. Otra empresa más que solo contempla la isla como una máquina de hacer dinero; nuestra isla no se merece esto.