«No es una cuestión de solidaridad, sino de capacidad», esta es la conclusión a la que han llegado Prohens y los cuatro presidentes de los consells insulares, desbordados por la llegada masiva de inmigrantes irregulares a nuestras costas. En 2016 llegaron 22 inmigrantes, mientras que en lo que va de 2025 ya van 4.738 y 252 pateras. Mientras Baleares atiende sin recursos esta llegada masiva, el Gobierno de Pedro Sánchez ha optado por acusar a los ciudadanos de estas islas de «racistas» en lugar de buscar soluciones. Como siempre, el relato antes que la acción.
Cada vez que alguien señala la desproporción de esta consolidada (y lucrativa) ruta migratoria, la izquierda saca el comodín del racismo. Las mafias que trafican con vidas humanas son conocedoras del pasotismo del Gobierno sobre esta cuestión y por ello se ha multiplicado por 23 el número de pateras que llegan a Baleares en menos de 10 años.
El delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez, lanza declaraciones vacías con la misma convicción con la que uno promete en enero apuntarse al gimnasio: palabras huecas, ni un plan serio, ni política internacional, ni recursos para atender este flujo migratorio. El resultado es que, por su desidia, nos hemos convertido en la puerta trasera de Europa, sin que nadie parezca tener ni llave ni cerrojo. Y la ciudadanía paga el precio: inseguridad, caos logístico y la sensación de que vivimos en un Estado que sólo aparece puntual cuando toca recaudar impuestos, pero nunca cuando hay que dar soluciones.
La oleada de inmigración ilegal no es un fenómeno inevitable de la naturaleza. Mientras el Sánchez siga contemplando las pateras como si fueran gaviotas, aquí seguiremos contando embarcaciones como quien colecciona cromos. Pero la colección hace tiempo que no cabe en el álbum.
Menos echar balones fuera y echarla culpa al gobierno central cada vez q hay alguna complicación, q esto es una Comunidad Autónoma, lo q conlleva más competencias y responsabilidades que las relacionadas con el hormigón y el benficio personal. Es hipocresia alardear por un lado de la Ibiza luxury de los millones de turistas anuales y luego decir que no tiene medios para cuidar de seres humanos desesperados??? Periodismo no es hacer propaganda, es informar neutralmente de la realidad. Lo demás es manipulación de la opinión pública. No hay periodistas locales dispuestos a crear un medio de comunicación independiente de los poderes locales y de las dictados partidistas de sus socios nacionales? No hay abogados locales dispuestos a destapar la inmensa red de conseguidores de impunidad local,? Están haciendo de la isla un circo de especuladores, blanqueadores y saqueadores. Gentuza que hace mucho mas daño a nuestro futuro q las pateras.